El deber de los gobiernos de respetar a todas las religiones por igual, manteniendo la neutralidad, aunque "primando por encima de todo el respeto a los Derechos Humanos, universales e indivisibles" ha sido una de las principales conclusiones alcanzadas en la reunión de alto nivel 'La libertad religiosa en las sociedades democráticas', celebrada ayer y hoy en Córdoba.
El deber de los gobiernos de respetar a todas las religiones por igual, manteniendo la neutralidad, aunque "primando por encima de todo el respeto a los Derechos Humanos, universales e indivisibles" ha sido una de las principales conclusiones alcanzadas en la reunión de alto nivel 'La libertad religiosa en las sociedades democráticas', celebrada ayer y hoy en Córdoba
Según informó el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación en un comunicado, las conclusiones de los cuatro paneles de la reunión de Córdoba fueron presentadas en la sesión plenaria de hoy, para ser posteriormente trasladadas al Alto Representante de las Naciones Unidas para la Alianza de Civilizaciones, Jorge Sampaio. Estas conclusiones formarán parte del material de trabajo del III Foro de la Alianza de Civilizaciones, que tendrá lugar en Río de Janeiro los próximos días 28 y 29 de mayo.
El primero de los paneles, 'El pluralismo religioso en las sociedades democráticas', ha constatado la creciente importancia de los asuntos religiosos ante la creciente heterogeneidad de las sociedades europeas. Este hecho genera la necesidad de mejorar el modelo social existente sin reemplazar los modelos nacionales, fomentando para ello el diálogo interreligioso basado en la justicia social. El panel ha querido resaltar la importancia de la ley y del respeto al Estado de Derecho como marco imprescindible para garantizar la correcta aplicación de la libertad religiosa de las personas y que otras medidas sociales y educativas son también necesarias.
El segundo panel, 'El papel de los líderes religiosos en la construcción de una cultura de paz', ha subrayado la importancia de la paz definida no como ausencia de conflicto, sino de una paz unida a la justicia social. Los líderes religiosos tienen una labor fundamental en el proceso de construcción de la paz posterior a un conflicto y también en su prevención. Los líderes e instituciones religiosos pueden crear iconos que contribuyan al desmantelamiento de barreras, ofrecer plataformas abiertas para el diálogo y contribuir al intercambio social con gobiernos e instituciones laicas.
INICIATIVAS EDUCATIVAS
El tercer panel, 'La prevención del radicalismo y del extremismo religioso', se ha centrado en los factores que contribuyen a los fenómenos violentos. Desde un enfoque pedagógico y de tratamiento de la formación, se han adoptado una serie de conclusiones concretas destinadas a tener impacto directo en las sociedades europeas, como puede ser la inclusión de iniciativas educativas orientadas a la tolerancia y al respeto a la diversidad o el desarrollo de programas de formación para policías, profesores y trabajadores sociales. También se ha propuesto la creación de un código deontológico para periodistas, así como el fomento de operaciones de Diplomacia Pública orientadas a prevenir el extremismo religioso.
El cuarto panel, 'La libertad religiosa en las sociedades democráticas', ha puesto de manifiesto que los gobiernos deben respetar a todas las religiones por igual, manteniendo la neutralidad, aunque primando por encima de todo el respeto a los Derechos Humanos, universales e indivisibles. Añade que las instituciones y estados europeos no deben politizar los debates judiciales, deben distinguir entre asuntos judiciales y asuntos sometidos a decisiones políticas.
Por lo demás, los participantes han reconocido que las religiones pueden contribuir a la construcción de una sociedad justa y participativa, y es en este sentido en el que se debe promover la libertad de pensamiento, conciencia, religión y creencia. La Alianza de Civilizaciones debe continuar siendo un foro donde asuntos que pueden generar divisiones sean tratados con un espíritu constructivo y permitan superar conceptos como el de la "división entre Islam-Occidente" que no siguen líneas geográficas o religiosas.
El encuentro ha contado con la presencia del Secretario de Estado para la Unión Europea, Diego López Garrido; el Director de la Alianza de Civilizaciones, Marc Scheuer; Juan Fernando López Aguilar, presidente de la Comisión del Parlamento Europeo sobre libertades civiles, justicia y asuntos de interior; así como de altos representantes y responsables políticos provinientes de los estados miembros de la UE y de los países candidatos, expertos independientes y líderes de las distintas confesiones religiosas.
La Reunión de Alto Nivel de Córdoba ha querido contribuir de esta forma al desarrollo el art. 17.3 del Tratado de Lisboa, donde se establece que "la Unión mantendrá un diálogo abierto, transparente y regular" con iglesias y organizaciones.