El laicismo es contrario a todo adoctrinamiento escolar, sea político, religioso o ideológico. La escuela tiene otras funciones y debe respetar la libertad de conciencia de las personas que están en fase de formación. Pero hemos de llamar la atención sobre el adoctrinamiento religioso permitido en todo el Estado con el beneplácito de unas fuerzas políticas, el silencio complice de otras y solo el rechazo de algunas.
El debate sobre el adoctrinamiento en colegios catalanes durante los días previos y posteriores al 1-O en Cataluña llega este martes al Congreso de los Diputados, donde los grupos estudiarán una iniciativa de Ciudadanos que, entre otras cosas, quiere impulsar las funciones de la Alta Inspección Educativa del Estado.
Será a través de una moción consecuencia de interpelación urgente, en la que la formación naranja pide también que Inspección y la Fiscalía actúen de oficio para hacer requerimientos e inspecciones en los centros escolares.
Y no solo hablan de colegios catalanes, sino también de aulas de la Comunidad Valenciana y Baleares donde, según la formación naranja, se están produciendo también actos de adoctrinamiento a los menores, en parte “gracias al apoyo financiero de la Generalitat de Cataluña”.
Ciudadanos quiere exigir “responsabilidades disciplinarias” a los directores y profesores “por la realización de actuaciones de adoctrinamiento del odio nacionalista”.
Solicita además que los denunciantes del adoctrinamiento del odio nacionalista “disfruten de la protección adecuada, incluido el anonimato”.
Además de disfrutar de plena garantía de la indemnidad frente a cualquier comportamiento dirigido a perjudicarles, en particular, a los menores de los centros educativos.
La iniciativa de Ciudadanos se produce después de que el Ministerio de Educación se haya dirigido hasta en dos ocasiones (27 de septiembre y 5 de octubre) a la Generalitat de Cataluña para investigar una serie de actuaciones acaecidas en centros educativos contra menores.
Por ejemplo, en un colegio de los jesuitas del Clot (Barcelona), se escenificó un cuento para niños de 7 años donde se presenta un “final feliz” consistentes en que “se mata el rey y a los policías malos“.
En el colegio Albert Vives, en La Seu d’Urgell (Lleida), una madre ha denunciado que la profesora de su hijo de segundo de Primaria les dijo que “los guardias civiles y los policías son malos“, que los “únicos buenos son los mossos”.
Por otra parte, la presidenta de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (Ceapa), Leticia Cardenal, no se ha querido referir a la situación en Cataluña en concreto pero ha manifestado: “hay que respetar el no hablar a los alumnos de política, al menos mientras estén en la educación obligatoria”. “Dentro del aula hay que respetar que no se inculque a los críos unas ideas que nosotros como adultos podemos tener”, ha añadido.