Los vecinos de Monfero se han unido este martes junto a su monasterio para celebrar una misa en honor a San Lorenzo, patrón de los vientos, y pedirle que interceda por ellos ante la “masacre eólica” que sufre el rural gallego y, en concreto, sus propias tierras. El cura de la parroquia de Xestoso, Luis Rodríguez Patiño, ya conocido por sus múltiples reivindicaciones sociales, ofició en esta ocasión una eucaristía diferente, con peticiones a la Xunta y al Gobierno además de a los santos pertinentes.
A Sementeira, canción popularizada en la Galicia posfranquista por la banda Fuxan os Ventos, fue la elegida por Rodríguez Patiño para abrir la misa entre palmas de los vecinos. “¿Qué tiene que ver un cura con los eólicos? Pues tiene que ver, y más desde que el Papa Francisco habla de pecado ecológico, todo esto que quieren traer para aquí va contra la naturaleza que Dios nos dio a todos para que la cuidásemos”, sentenciaba el párroco, que asegura que todo cuanto hace está influenciado por su experiencia como misionero comboniano.
“Alguno ya me escribió por WhatsApp para decirme ‘esto no es cosa de curas’, pero eso ya se lo dijeron también al Papa Francisco y al mismo Jesús”, comenta despreocupado a quien llaman el cura más expedientado. “El cardenal Miller, gran mandatario en Sídney, Australia, escribió al Papa cuando mostró su preocupación por lo que pasaba en la Amazonia, le dijo que eso son cosas de los políticos, que nosotros estamos en cosas de fe”, pero Rodríguez Patiño discrepa, insiste en el pecado ecológico y en la avaricia: “Dios nos hizo a su imagen y semejanza y lo que es malo para el hombre es lo que nos debe preocupar; todo lo que va contra el ser humano, ahora o en generaciones futuras, es la definición de pecado”, puntualiza.
La misa continúa con una lectura del libro del Génesis, que el párroco hace desde su teléfono móvil y aprovecha para reivindicar el buen uso de la tecnología. “Y creó Dios al hombre a su imagen y semejanza y los bendijo y les dijo ‘creced, multiplicaos, llenad la tierra, dominad las aves del cielo y los vivientes que se mueven sobre la tierra. Os entrego todas las hierbas que engendran semillas sobre la faz de la tierra, todos los árboles que engendran semilla os servirán de alimento, a todas las fieras de la tierra y a todas las aves del cielo y a todo ser que respira la hierba verde les producirá alimento”, lee Rodríguez Patiño en la pantalla de su móvil. “Y vio Dios que todo lo que había hecho era bueno. Esto es palabra del Señor. Pero si colocan los eólicos, adiós árboles y adiós todo, y algunos se llaman a sí mismos católicos, apostólicos y romanos”, continúa con retranca. “Aunque seamos pocos, si luchamos se va a notar; yo trabajo en una multinacional que nació en un portal en Belén, tengo una experiencia muy grande”, apostilla.
Ante todo, el párroco deja claro que no se trata de un asunto ideológico y que la protesta es tanto en contra de la gestión del Gobierno como de la Xunta: “En una mano hay cinco dedos y todos son distintos pero están en la misma mano, que es común y tienen que mirar por el bien común. Podemos tener distintas ideas, aquí no vamos de derechas ni de izquierdas, ni de arriba ni de abajo, aquí estamos luchando contra unos eólicos”. Solo tres o cuatro del medio centenar de asistentes se anima a comulgar pero todos ríen y asienten a las palabras del cura.
Después de media hora desmintiendo las promesas de creación de empleo y riqueza con las que las eléctricas llegan a las zonas rurales, la misa llega a su fin, no sin alguna alusión crítica al cardenal Rouco Varela y a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso; tampoco sin pedir salud para el Papa Francisco, recientemente operado de colon y “con gran cantidad de cuervos alrededor”, según el párroco.
Acabado el oficio, muchos se acercan a agradecer a Rodríguez Patiño su implicación y lamentan que el religioso no pueda quedarse a comer con los vecinos, que han traído tortillas y empanadas para convertir este evento simbólico en una romería de verdad. Incluso se ha acercado incluso el camión de las rosquillas. “No lo hemos llamado, pero esta gente tiene olfato para las romerías”, bromean los vecinos.
No es, ni mucho menos, la primera vez que el cura de Xestoso oficia una misa reivindicativa, desde su llegada a Monfero en 1982, su tono crítico con ciertas facciones de la Iglesia y el poder siempre ha dado de qué hablar, algunos vecinos todavía recuerdan a aquel joven de melena que hacía autoestop y llegaba a revolucionar una Iglesia rural hablando de homosexualidad y aborto. Pronto se metió a todos en el bolsillo creando actividades de dinamización y vínculos entre vecinos. En 2018 fue muy conocida su petición pública de excomunión para Mariano Rajoy y Alberto Núñez Feijóo por “usureros”.
“Nunca he ido a ninguna de sus misas, pero he oído hablar mucho de él”, comentaban algunos antes de empezar el acto, al que los vecinos de Monfero, organizados en la plataforma Monfero di NON, han invitado también a los de otros municipios cercanos que se encuentran en una situación similar como Paderne o Fene. Todos sufren el expolio de las decenas de proyectos eólicos que planean sobre sus aldeas y se apoyan en la lucha contra las eléctricas. “Esto nos ha pillado por sorpresa a todos, no estábamos preparados”, comentan desde la plataforma. Dos meses después del comienzo de esta lucha, ya han elaborado un manual sobre qué hacer cuando llega un parque eólico a tu aldea para ayudar a quien lo necesite.
Respuesta del Gobierno
Este mismo martes, el Delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, ha recibido a miembros de diferentes plataformas contra los proyectos eólicos de Monfero, Ozas-Cesuras, Paderne y Aranga entre otros. Miñones ha asegurado a los portavoces de las plataformas vecinales que los parques proyectados en zonas ajenas al Plan de Desarrollo Eólico de Galicia que cuenten con el informe negativo de la Xunta de Galicia se paralizarán administrativamente. Una promesa que los responsables de las plataformas han recibido con prudencia, ya que temen las alegaciones que las eléctricas puedan hacer a esa paralización, además de que hay casos en los que ese informe negativo por parte de la Xunta no se ha recibido todavía.