El nuevo Coronel Jefe de la Base Aérea de Armilla en Granada tiene un gran interés en «sacralizar» esta instalación militar del Ejército del Aire. Así nada más tomar posesión del cargo ya inició gestiones con el Ministerio para acometer dicha obra.
Para ello se pretende utilizar un espacio que ha venido siendo gimnasio para volver a levantar una capilla a la Virgen de Loreto, como siguésemos en la época del nacional catolicismo. Muchos militares siguen manteniendo la unión de la cruz y la espada, milicia y religión…
Prueba de esa actitud confesional y católica del nuevo coronel es la participación, tras unos años en suspenso, de un helicóptero de la Base Aérea para lanzar pétalos a la Virgen de las Angustias el día de la ofrenda floral, que este año ha vuelto a realizarse.
Además el coronel tiene prisa. Así que ha montado una «operación ladrillo», una colecta reclamando «ladrillos de 20 euros»; y así poder asumir la iniciativa, para que el erario público la termine si fuese necesario.
Sea con dinero público o donativos particulares, la instalación de una capilla en un espacio público es una vulneración de la aconfesionalidad del Estado y de la separación de lo religioso y lo institucional. Pese a que mandos y autoridades sigan imponiendo sus creencias al conjunto de la ciudadanía. No es tarea del Ejército actual levantar lugares de culto, ni puede escudarse en una pretendida «asistencia religiosa a los soldados», pues la Base se encuentra en una localidad con una iglesia cercana donde cualquier militar que quiera practicar su religión puede haceerlo sin ninguna dificultad.
¿Qué dirá la nueva ministra de Defensa del Gobierno PSOE que tenemos en la actualidad? ¿Vendrá a inaugurarla con el arzobispo y toda la cohorte celestial y terrenal?