El cuerpo de la Policía Local de Tui recibió ayer palabras de reconocimiento “a su labor callada, en una ciudad con seguridad”, dijo el párroco de Tui y canónigo diocesano, Santiago Freire, en la misa oficiada en la catedral con motivo de la festividad de la Virgen de la Candelaria.
Asistieron al acto el alcalde tudense, miembros de la corporación, representantes de fuerzas de seguridad destinadas en la ciudad, así como de la vecina Valença do Minho (Portugal), y representantes de organismos oficiales y militares.
Santiago Freire significó la esencia de esta festividad “celebramos esta fiesta porque necesitamos ser purificados e iluminados por Dios“.
En su homilía centrada en la Virgen de la Candelaria, incidió en que “todos tenemos que tener una luz en nuestra vida” que nos mueva a hacer las cosas. “Tanto civiles como militares, tenéis una misión de servicio al pueblo. El fundamento de todo esto es Dios. Él es quien nos mueve a hacer todo“, dijo.
El párroco lamentó la existencia de la corriente atea, con bautizos civiles y celebración de “no comuniones”. “El hombre será grande cuando Dios sea grande en su vida. El hombre necesita a Dios”, predicó.