«Han sido ocho años de espera, pero el esfuerzo que habéis realizado ha merecido la pena», dice la alcaldesa
La alcaldesa de Jerez, María José García-Pelayo, ha participado en la inauguración y bendición del monumento a Nuestra Señora del Sagrado Corazón, ubicado en la rotonda del mismo nombre, junto al Colegio Montealto. Previamente, el obispo de la Diócesis, monseñor José Rico Pavés, ha oficiado una Eucaristía en el patio del centro escolar.
Al acto han asistido miembros del Gobierno municipal, la madre superiora de la congregación de las Hijas de Santa María del Corazón de Jesús, María Raquel Gómez Tavira, la directora de Montealto, Inmaculada María Benítez, la comunidad educativa, el presidente del AMPA, Gabriel Mateos, la representante del Consejo, Azucena María, así como el presidente y la junta directiva de la AVV de Montealto, Víctor Romero.
En su intervención, la alcaldesa ha resaltado la importancia del día y la relevancia del monumento. «Es un día muy especial, cargado de alegría y emotividad y vamos a celebrarlo como se merece. Han sido ocho años de espera, pero el esfuerzo que habéis realizado, ha merecido la pena. Esta felicidad compartida cobra un mayor significado para todos los que compartimos la fe y los valores que esta grandiosa escultura de la Virgen del Sagrado Corazón representa. Su imagen serena y bondadosa, inmortalizada en esta preciosa talla, es un símbolo de nuestra identidad, nuestras tradiciones y nuestra devoción».
García-Pelayo ha elogiado el esfuerzo de la congregación y la comunidad educativa del centro por lograr la instalación de la escultura en el lugar deseado: «Habéis luchado por que esta imagen esté en el lugar que le corresponde desde hace años haciendo frente a la incomprensión y a la falta de voluntad de aquéllos que no respetaron en su día la manifestación y el deseo de buena parte de la sociedad jerezana. Este monumento es también un testimonio del esfuerzo de muchas familias, de muchos ciudadanos que, con su dedicación y generosidad, han hecho posible que este proyecto se convierta en realidad».
La escultura, obra del escultor madrileño Roberto Manzano, tiene una altura de tres metros y un peso de diez toneladas. Para preservarla, se ha completado con un cerramiento, siendo el primero en el mundo dedicado a Nuestra Señora del Sagrado Corazón.
Cabe mencionar que la colocación de la estatua se produce diez años después del encargo realizado por la comunidad educativa que gestiona la congregación de las Hijas de Santa María del Corazón de Jesús.