La corporación municipal de Córdoba que arrancó con un alegato en pro del laicismo en las instituciones, retirando obras de arte como crucifijos en el despacho de la alcaldesa, tocará a su fin con un alegato en pro de la Iglesia Evangélica. Ese es el contenido de una declaración institucional que se está negociando en estos momentos por los grupos municipales a instancias del PSOE que se ha hecho cargo de la coordinación de las negociaciones.
Los grupos tienen en estos momentos un borrador bastante detallado en el que se rememoria la historia de la comunidad evangélica de Córdoba, cuyos orígenes datan del 1869, tras instaurarse la libertad de culto en 1868, revolución llamada «la gloriosa», que dio pie al sexenio democrático. Todo lo anterior es más brumoso aunque existe constancia de comunidades protestantes en toda España que Miguel Delibes tomó para su obra «El hereje».
El borrador recuerda nombres relevantes del protestantismo cordobés como Juan Pérez de Pineda, secretario de Carlos V; María Cazalla, procesada por la Inquisición; Lorenzo Lucena, primer profesor de Lengua Española en Oxford, o Enrique de Tienda, impulsor de la educación de la mujer en España. Además, se ponen en valor figuras internacionales de la historia que van desde Martin Lutero al pastor Martin Luther King.
En estos momentos, dice el documento, cuarenta iglesias evangélicas en la provincia de Córdoba con varios miles de fieles que participan en sus templos de forma normalizada. De todas las etnias y sectores sociales, asegura el documento, y con una participación relevante en las políticas de integración de los inmigrantes. «La Iglesia Evangélica de Córdoba es un bien objetivo para la sociedad cordobesa», explica el borrador que se está negociando, que resalta que es una fe que aporta a la sociedad enriqueciendo su diversidad en áreas como la libertad de cultura, la cultura, la dignidad o la iguladad.
