El teniente de alcalde de Derechos Ciudadanos de Barcelona, Jaume Asens, ha celebrado este miércoles la orden de alejamiento contra siete miembros de Democracia Nacional respecto de la mezquita de la calle Japó, del distrito de Nou Barris.
Ha recordado que este partido lanzó ataques al oratorio desde marzo 2017, como pintadas de color rojo, bloqueos de la puerta o contra la persiana, para “atizar los sentimientos de odio y rechazo hacia los vecinos musulmanes que viven en ese barrio desde hace mucho tiempo” y limitar su derecho a la libertad religiosa.
Y ha dicho que el Ayuntamiento ha colaborado para “erradicar” estos ataques con la coordinación de la Guardia Urbana con Mossos d’Esquadra, el trabajo con vecinos que mostraban recelo a la apertura del oratorio, la personación del Consistorio como acusación popular en el proceso judicial y la coordinación con el fiscal de delitos de odio, a quien pidió la orden de alejamiento, según ha detallado.
“Estamos más cerca que nunca de terminar con este foco de intolerancia que nació hace un año, antes incluso de los atentados” yihadistas de 2017 en Barcelona y Cambrils, ha añadido, para transmitir un mensaje de tranquilidad a los vecinos musulmanes del barrio.
También considera que los ataques contra el oratorio tenían “la misma intención que los que atentaron contra la ciudad de Barcelona, que es precisamente inocular los sentimientos del odio y enfrentar unos vecinos con otros”.
Para él, la orden de alejamiento “desenmascara una serie de grupos de extrema derecha que se querían camuflar bajo la protesta vecinal”, y ha reiterado que el Ayuntamiento no aceptará ningún acto de islamofobia, aunque ha asegurado que actualmente no hay ningún fenómeno preocupante de este tipo en Barcelona.
Para Asens son más preocupantes las actuaciones de la extrema derecha vinculadas al contexto político catalán y ataques como el incendio en el Ateneo de Sarrià: “Todo apunta” a que fue cometido por un grupo de esta ideología, ha dicho.
La comisionada de Inmigración, Interculturalidad y Diversidad, Lola López, ha detallado que el oratorio tiene una capacidad para unas 85 personas y ha valorado la “unidad” de los vecinos de Nou Barris en defensa de los derechos de los vecinos musulmanes.