El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz, irrumpe de nuevo en una campaña electoral. Después de pedir el voto en las autonómicas para Álvarez-Cascos –defendió que por encima de los dos divorcios del líder de Foro Asturias estaba la ideología de su partido–, ahora escribe una carta pastoral arremetiendo contra los partidos que no defienden la vida y que han gestionado la crisis con “mentiras”.
El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, ha pedido hoy a los cristianos que vinculen su voto en las elecciones generales del próximo 20 de noviembre a la defensa de la vida, incluida la del no nacido y la del enfermo terminal, que plantee cada opción política de las que concurren a los comicios.
En una carta pastoral con motivo de la convocatoria del 20N, Sanz Montes incide en que los cristianos no son "neutros" en el "galimatías" de desentrañar "los quiénes y los cómo" a la hora de ejercer el derecho al voto en unas elecciones.
"Quienes confunden la manipulación de la vida con sus intereses de poder, no son aptos de la confianza, sino más bien reprobables por sus hechos, por sus leyes, por sus demagogias lingüísticas de géneros varios", afirma el prelado ovetense en su misiva.
Sanz, que pide una reflexión serena a la hora de depositar el voto, defiende el derecho de los obispos a posicionarse ante unas elecciones dado que, si callasen, les dirían que están "al margen" o que otorgan "con complicidad" y, si hablan, no falta "los vociferantes" que les acusan de entrar "en campaña"
A su juicio, cuando los responsables eclesiásticos exponen sus principios, que derivan, asegura, del evangelio y la tradición cristiana, también habrá quienes piensen que toman partido "por esta o aquella formación política dándoles la razón o criticando su deriva".
El arzobispo asegura no haberse sentido "rehén de nadie" cuando la libertad le pide "que hable o que calle" y no buscar "el aplauso de nadie" ni temer ningún desprecio cuando se dirige a los fieles pensando no tanto en el 20N como en lo que vendrá después, "cuando se pase página a este período de legislatura que ha sido el que es".
Así, reclama de los católicos atiendan a la hora de votar a la defensa de valor primordial como la vida que no es, en su opinión, "moneda de cambio de oportunismo o demagogia que se calcula según las adhesiones o rechazo de un posible electorado" dado que "no hay derecho a matar, sólo hay derecho a vivir".
Para Sanz Montes, ese derecho debe ser tutelado y protegido "desde el seno materno del no nacido, hasta el natural tramo final de una andadura humana" dado que la vida "no tiene color rojo, o azul, o arco iris" y es un buen punto de examen para plantease el voto cristiano y humano "con responsabilidad y sensatez".
Además, otro de los criterios a atender a la hora de definir el voto, según el arzobispo ovetense, es de la verdad que se presenta como un gran test "para analizar posturas de coherencia personal en candidatos y estrategias creíbles en los programas políticos" para salir de las actuales dificultades económicas.
En su opinión, quienes utilizan la mentira como "un arma política más" y no les duelen prendas ni gastos "a la hora de engañar a mansalva con tal de seguir obteniendo resultados de puro poder" tampoco son merecedores de recibir la confianza por parte del pueblo por su "deshonestidad".
En este sentido, incide en que en estos años los ciudadanos han visto "engañar demasiado" con enormes consecuencias para las personas y para un país que se están lamentando ahora y admite que hay crisis complejas y que son fruto de un sinfín de factores.
No obstante, advierte, la gestión de esa crisis no puede hacerse desde la mentira y desde el engaño "para atrincherarse en el poder a toda costa" al considerar que la verdad también importa "y no tiene color alguno, sino el brillo de las cosas hechas con coherencia responsable".