El arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, ha sugerido que las “cuestiones profundas” como la reforma de la Ley del Aborto se sometan a referéndum y a “debate en la sociedad”. Para el prelado, “posiblemente” convendría haber hecho un referéndum sobre la interrupción del embarazo, pero “lo que no ha habido ha sido un debate en la sociedad española”. Rodríguez, quien intervino como ponente en el Foro de la cadena Cope de Castilla-La Mancha, se ha referido al “pluralismo” de la sociedad española sobre ésta cuestión y otras, por ejemplo, la presencia de crucifijos en los espacios públicos. En su opinión, “indudablemente, hay muchísima gente partidaria” del aborto “pero hay otra muchísima gente que no lo es” por lo que considera oportuno que las “cuestiones profundas” se debatan a profundidad antes de pasar “a los legítimos legisladores”.
Rodríguez también ha señalado que la Iglesia no ha cambiado de postura respecto a la interrupción del embarazo desde la época de los romanos, aunque ha dicho que entiende que a veces los políticos tropiecen con situaciones “complejas” a la hora de votar.
Políticos católicos
En este sentido, ha diferenciado entre la situación en la que queda un católico que “procura” un aborto siendo consciente de lo que hace, algo que supone una “excomunión inmediata”, y la negación de la comunión eclesiástica, un castigo con el que ha venido amenazando el portavoz de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino. En este punto, ha asegurado que los dirigentes católicos que voten a favor de la ley de plazos “no pueden acercarse a tomar la comunión, pero ello no significa que estén fuera de la Iglesia. No podemos decir que esté condenado”.
Nada partidista
En su opinión, la Iglesia, que apenas se movilizó contra el aborto en las dos legislaturas de José María Aznar, quien gobernó con la misma Ley que el PSOE, no ha sido pasiva en los ocho años del PP. En cualquier caso, Rodríguez ha apuntado que no es lo mismo la despenalización en tres supuestos que equipara la intervención a “un derecho de la mujer, con lo cual el nasciturus está totalmente desprotegido”, algo que pretende el gabinete de Zapatero. El arzobispo, eso sí, ha acabado haciendo una moderadísima crítica a los populares, al admitir que sí “podían” haber hecho algo en el ámbito legal, pero “esa es su responsabilidad”.
Antecedentes
El arzobispo ya había terciado en la polémica reforma de la Ley del aborto a principios de noviembre pasado, cuando intentó aleccionar a a los políticos católicos diciéndoles que “tienen deberes que cumplir” a la hora de votar en el Congreso. Mayores fueron sus exabruptos del año pasado contra la campaña del preservativo del ex ministro de Sanidad, Bernat Soria. “¿Por qué nuestros políticos no se dedican a resolver los verdaderos problemas de los ciudadanos, en vez de tratar, con su supuesta progresía, de ganar votos de jovencitos burgueses proporcionándoles 'sexo seguro', que es inseguro y que embrutece?”, inquirió retóricamente, cuando todavía estaba en el arzobispado de Valladolid.