En su despedida como arzobispo de Pamplona y Tudela, Francisco Pérez, ha querido pedir perdón «a todos», incluidas las víctimas de abusos por parte de la Iglesia en Navarra
El arzobispo de Pamplona y Tudela durante 16 años, Francisco Pérez, se despide de su cargo y pasa a ser hasta el 27 de enero administrador apostólico de la Diócesis. Será ese día cuando el mercedario Florencio Roselló Avellanas se ordene como nuevo arzobispo de Pamplona y Navarra. Día de despedida para Francisco Pérez y, también, día de pedir perdón: «Pido perdón por todo aquello en lo que no he estado a la altura de las circunstancias, porque veo que a veces no correspondo a la gracia de Dios». Respuesta a los medios cuando se le ha preguntado sobre si este «perdón» también se dirige a las víctimas de abusos por parte de la Iglesia Navarra, a la que ha respondido afirmativamente, asegurando que «a todos, yo pido perdón todos los días».
Preguntado sobre los motivos por los que 7 casos -de los 10 de los que se tiene constancia desde 2007- no han terminado en la justicia civil, el director de Comunicación en Conferencia Episcopal, Josetxo Vera, ha señalado que «las recomendaciones a todas las víctimas son siempre las mismas: deben acudir a la justicia civil, y si es posible a la justicia canónica, también». Sin embargo, «la víctima tiene derecho a comunicar los casos a donde ella le parezca oportuno y necesario». «Son ellas las que deciden si quieren dar a conocer sus casos o no», ha dicho, tras destacar la necesidad de «respetar la decisión de cada víctima». En este sentido, ha apuntado que son las propias víctimas quienes «tienen que decidir el camino que sana su corazón». «Será difícil sanar su corazón, pero es su camino y nadie puede obstaculizar o protagonizar ese camino», ha subrayado.
Sobre el proyecto piloto anunciado este jueves por el Gobierno de Navarra sobre el servicio de justicia restaurativa a las víctimas de abusos en la Iglesia y si se les ha invitado a participar, Vera ha apuntado que el Defensor del Pueblo «ya habla en su informe de un proyecto de justicia restaurativa» y que la Conferencia Episcopal «se ha comprometido a estudiar esas recomendaciones y su participación», pero «no es ámbito de la diócesis sino de la Conferencia Episcopal».
Por otro lado, Vera ha señalado que la Iglesia «ya comenzó el camino de la justicia restaurativa abriendo 202 oficinas para la atención a víctimas en toda España». «Es la única institución que atiende a víctimas de abusos sexuales cometidos en su ámbito», ha indicado, tras añadir que «ojalá todas las instituciones públicas puedan abrir esos procesos de justicia restaurativa escuchando a las víctimas, no solo la Iglesia católica».
Nuevo arzobispo para Pamplona y Tudela en enero
El Papa Francisco ha nombrado arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela al mercedario Florencio Roselló Avellanas, actualmente director del departamento de Pastoral Penitenciaria de la Conferencia Episcopal Española (CEE). Sustituye a Francisco Pérez, que ha ocupado este cargo en la Iglesia navarra desde 2007 y que en estos momentos pasa a ser administrador apostólico hasta la ordenación de Roselló, que tendrá lugar el 27 de enero en la Catedral de Pamplona.
En una rueda de prensa ofrecida este jueves, Francisco Pérez ha realizado una valoración de su estancia durante 16 años en Pamplona. «Los más de 16 años entregados al servicio de esta Iglesia han constituido para mi vida la etapa más prolongada empleada en un servicio pastoral», ha señalado.
Según ha señalado, a partir de ahora comienza para él una nueva estancia en Málaga, «lo más seguro», donde vivirá en una Casa de espiritualidad «y allí me dedicaré a rezar, a dirigir espiritualmente, a cuidar la salud espiritual». Sin embargo, ha subrayado que «me he enamorado de Navarra, para mí, Navarra siempre será aquella tierra que me ha hecho comprender la nobleza más limpia pero al mismo tiempo la fortaleza, la fuerza que tienen los navarros, y sobre todo la entrega, la entrega generosa».
Pérez ha querido dar las gracias «a los sacerdotes, las unidades de atención pastoral, religiosos y religiosas, catequistas, gente de pastoral, a tantos que trabajan en favor de la Iglesia, que somos orgullosos de nuestra fe», así como a los vicarios, a todos aquellos que trabajan en la Curia, y «a todas las autoridades con las que he podido compartir en muchos momentos, buscando siempre hacer el bien y poniéndome al servicio del Evangelio donde quiera que he estado».
«Mi ilusión era siempre llevar el Evangelio a los jóvenes, a las familias, a todos aquellos que componen el ámbito rural -que he visitado muchísimos pueblos- y a todos los que componen el ámbito urbano. Nos toca ahora recibir a don Florencio, acogerlo y tenderle nuestros brazos en esta nueva etapa, un tiempo para reconstruir y fortalecer el vigor misionero de los corazones y de las estructuras diocesanas, para impulsar el plan pastoral y la participación», ha apuntado.