Desde el Vaticano el Papa Francisco respaldó la gestión de Alberto Fernández y cuestionó al Fondo Monetario Internacional.
“No se puede pretender que las deudas contraídas sean pagadas con sacrificios insoportables. Es necesario encontrar modalidades de reducción, dilación o extinción de la deuda, compatibles con el derecho fundamental de los pueblos a la subsistencia y al progreso”, sostuvo el Papa Francisco ayer durante su disertación en el seminario organizado por la Pontificia Academia de Ciencias Sociales en el cual estuvieron presentes el Ministro de Economía argentino, Martín Guzmán y la titular del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, hacia quien Francisco dirigió su mensaje.
Las palabras de Francisco llegan en el momento indicado y retrotraen al año 1991, cuando Juan Pablo II se refirió a las “exigencias morales”. En esa oportunidad, Karol Wojtyla expresó que, si bien las deudas deben ser pagadas, “No es lícito exigir o pretender su pago cuando este vendría a imponer de hecho opciones políticas tales que llevaran al hambre y a la desesperación a poblaciones enteras. No se puede pretender que las deudas contraídas sean pagadas con sacrificios insoportables. En estos casos es necesario -como, por lo demás, está ocurriendo en parte- encontrar modalidades de reducción, dilación o extinción de la deuda, compatibles con el derecho fundamental de los pueblos a la subsistencia y al progreso”.
El guiño del Papa Francisco al gobierno de Alberto Fernández fue claro. Las políticas de solidaridad que lleva adelante el nuevo gobierno argentino están en concordancia con el pensamiento del Sumo Pontífice. Tal es así que Francisco habló de “las nuevas formas de solidaridad que hoy nos convocan”, en clara alusión al programa que Alberto Fernández ha puesto en marcha desde su asunción, en pos de paliar la situación de pobreza y miseria que dejaron los cuatro años de neoliberalismo del gobierno de Mauricio Macri.