Pese a la normalidad de las puertas abiertas, la tensión se fue acumulando y cuando a las 10.30 horas salió la Mare de Déu empezó el delirio. Los voluntarios intentaban que el anda fuera lo más vertical posible, aunque eso se consiguió pocas veces.
Ausencia del alcalde Ribó y del president, Ximo Puig
Todo esto se lo perdió el primer edil de Valencia, que por tercer año consecutivo decidió no acudir ni a la Missa d’Infants ni al Traslado. En la Casa Vestuario se pudo ver al concejal de Hacienda, Ramón Vilar, y al edil de Cultura Festiva, Pere Fuset, como los únicos representantes del gobierno municipal, rodeados por numerosos cargos públicos del Partido Popular y Ciudadanos.
El alcalde tenía en agenda el pasado año un recorrido en favor de la bicicleta como transporte alternativo en las ciudades, aunque en esta ocasión el Consistorio no informó de ningún compromiso público. Vilar y Fuset tampoco fueron a la misma oficiada por Cañizares. De la Generalitat tampoco se vio al president, Ximo Puig.