El alcalde de Alcalá, Javier Rodríguez Palacios, no se unió a la ‘presidencia’ de la primera gran procesión de la Semana Santa, en un Domingo de Ramos coronado con la tradicional bendición de ramos y palmas a cargo del Obispo, monseñor Reig Plá. Tampoco estuvo, al menos en la cabecera pues se desconoce si el regidor u otros ediles presenciaron el evento entre el público, ninguno de los seis concejales de Somos Alcalá, que días antes se opusieron a mantener el sistema de subvenciones a las Cofradías que organizan las doce procesiones del programa y apenas reciben una ayuda de 2.000 euros anuales.
Las ausencias no sorprendieron, pues el regidor tampoco participó en el pregón inaugural de la Pascua y, en otras celebraciones de raíz cristiana, siempre se quedó en un segundo plano o directamente no participó. En otoño, por ejemplo, cambió la tradicional subida de la Virgen del Val al Ayuntamiento, que siempre hacían concejales, por una alternativa que no le obligara a hacerlo pero tampoco dejara a la Patrona sin el rito. En todo caso, nadie en el Ayuntamiento ha aclarado cuál es la posición oficial del Gobierno local y, pese a las preguntas de este Diario, si Rodríguez Palacios se ausentará por completo o participará de algún modo.
En esta ocasión, por parte del Gobierno local estuvieron, a escasos metros del prelado al que oficialmente declararon persona non grata, los concejales Yolanda Besteiro, Diana Díaz y María Aranguren; por parte del Gobierno, y representantes del PP como Markel Gorbea y Octavio Martín; además de representantes de Ciudadanos, Teresa Santana, y de España 2000, Rafael Ripoll. IU tampoco estuvo presente. El Ayuntamiento no sirvió imágenes de la presencia de tres de sus ediles en el acto, en contra de lo que suele hacer habitualmente.
Ninguno de ellos, a diferencia de los ediles del resto de la Corporación, participó en el total de la procesión y, en adelante, parece que su presencia será testimonial en las salidas y no incluirá al primer edil, aunque tampoco hay confirmación oficial al respecto.
