La tradicional Romería de las Candelas de Castrelos vivió ayer una Misa Mayor multitudinaria en la que centenares de fieles encendieron velas para honrar a la Virgen y celebrar esta fecha tan señalada en la que se conmemora la presentación de Jesús por parte de María y José al anciano sacerdote Simeón. Dentro de la iglesia de Santa María, que estaba completamente abarrotada, tuvo lugar una procesión en la que varios fieles llevaron a su patrona, Santa María, hasta el altar al son de las gaitas del grupo Queixumes y entre reverencias de los asistentes. El acto se completó con la suelta de palomas y el levantamiento de dos grandes lanzas.
La misa (la quinta del día de un total de ocho) fue cantada por la Coral Polifónica de San Roque. Por su parte, el párroco de la iglesia, Ramiro Lamas, ofreció al Niño que llevaba la figura de la Virgen a todos los sacerdotes encargados del oficio y alrededor de las 13.30 la procesión se trasladó al exterior. Desde la iglesia salieron por orden las figuras de San Roque, San Antón, Santa María de Castrelos (con un llamativo manto blanco), San Blas y la Virgen de las Candelas (que este año estrenó un altar elaborado con decenas de flores de colores) que dieron la vuelta al templo seguidos de vecinos con luces encendidas como manda la tradición y con el himno gallego interpretado por la banda Unión de Guláns como hilo musical.
Hoy los festejos del día están dedicados a San Blas, el patrón de las enfermedades de la garganta, una ocasión en la que miles de fieles le harán una ofrenda al santo con velas en forma de garganta en las ocho misas programadas en la iglesia de Santa María donde se hará la típica bendición de los panes. Bembrive vivirá este fiesta con una Misa Mayor y una procesión pero de un modo más gastronómico, ya que las mesas para los 22 furanchos disponibles ya están reservadas por los más de 20.000 visitantes que se acercaron desde el viernes. El plato estrella es el cocido y el vino casero, todo amenizado por música tradicional de Galicia.