La comunidad ecuatoriana que reside en Calahorra celebró ayer su día grande con la festividad de la Virgen del Cisne. Hubo misa a las 12.00 horas en la parroquia de Santiago y después, se llevó en procesión a la imagen hasta el aparcamiento de la catedral donde continuó la fiesta.
En los actos religiosos acompañaron a la comunidad ecuatoriana varios miembros de la corporación municipal entre ellos el alcalde, Luis Martínez-Portillo, que en el escenario del aparcamiento de la catedral se dirigió a los presentes recordándoles que forman parte de la ciudad y agradeciéndoles que enriquezcan la cultura calagurritana con sus tradiciones traídas desde Ecuador.
Unas mil personas forman parte del colectivo de este país en Calahorra en estos momentos. Además de un numeroso grupo de los que residen aquí, ayer participaron en esta fiesta otros ecuatorianos llegados de diferentes pueblos de los alrededores.
La procesión estuvo precedida por un grupo disfrazado de payasos, dos conjuntos de danzas típicas del país latinoamericano y una banda de música de Tafalla, según explicó Mariluz Torres.
La fiesta incluyó la presentación de los ‘priostes’ (organizadores de la fiesta), un niño recitó una poesía y hubo varias actuaciones, hasta las doce de la noche. La virgen estuvo en el aparcamiento de la catedral hasta las seis. La fiesta incluyó comida gratis para los asistentes sufragada por ocho priostes que se han cargado de organizar los actos. Hubo pollo con patata, salsa típica de Ecuador y lechuga para seiscientas personas.
La Virgen del Cisne se celebró en Calahorra hace tres años con una imagen de Peralta (Navarra) con una misa en la catedral y procesión. Gracias a Mariluz, Bélgica y Bibiana se trajo una virgen a la ciudad hace dos años y desde entonces ocupa una capilla en la iglesia de Santiago. La figura vino de Loja, lugar donde está la Basílica del Cisne.
