En la Catedral de Coria, tuvo lugar el tradicional pregón en honor de la Virgen de Argeme, Patrona de Coria y de la Diócesis, que en esta ocasión corrió a cargo del que fuera obispo de la Diócesis, Ciriaco Benavente Mateos.
El acto contó también con la presencia de los obispo de la Diócesis, Francisco Cerro Chaves, alcalde de la ciudad, José Manuel García Ballestero y miembros de la Corporación Municipal, vicario de la Zona Norte, Julián Carlos Pérez Domínguez, presidente y miembros de la Cofradía, representantes de la Cofradía de Nuestra Señora de la Montaña de Cáceres y pueblo en general. En los entreactos destacó la actuación de la Coral Cauriense con piezas marianas de grandes maestros de la música sacra.
Presentó al pregonero el vicario de la Zona Norte, Julián Carlos Pérez Domínguez, quien haciendo alusión al Santo Cura de Ars dijo «qué bueno es Dios que nos ha regalado en la persona de don Ciriaco, un padre, un hermano, un pastor (de los que huelen a oveja) y que nos muestra su amor, modelo de apóstol fiel y gozoso». Pérez Domínguez destacó el amplio abanico de cartas pastorales en los años que ejerció como pastor diocesano y el amor que siempre profesó a la Morenita de Argeme, finalizando con las palabras del Papa Francisco «un cristiano sin la Virgen está huérfano».
El pregonero, tras los saludos de rigor, manifestó su ilusión por hacer el pregón a la Morenita de Argeme en la sede donde ejerció su labor como Pastor Diocesano, diciendo que la Virgen de Argeme le ha acompañado en el tiempo de su labor episcopal y que en su Santuario ha pasado muchos momentos de oración.
Seguidamente pasó a la parte central de su pregón que se basó en cuatro cuadros o momentos de lo que significa María para el Cristiano.
En primer lugar la Hija de Sión, definiendo a María como la espina dorsal que atraviesa la Biblia y donde convergen las promesas que empapan toda la escritura santa, convirtiéndola en el libro de la esperanza.
En segundo lugar, Benavente Mateos, destacó el papel de María como ‘La llena de gracia’, donde María estaba destinada a ser la nueva Eva, la Madre de la Humanidad, que se ha hecho realidad luminosa y donde su alegría se manifiesta en el encuentro con su prima Santa Isabel.
En tercer lugar el pregonero destacó la fe de María a prueba de calvarios, prueba de una cultura que se convierte en el Alfa Omega, diciendo al mismo tiempo que «no hay mayor libertad que entregarse por amor».
Y finalmente definió a María como Estrella de la Evangelización, a la que contemplamos y acudimos ahora como coronada de gloria y esperanza nuestra.
Finalizó el pregón con las palabras de María en las bodas de Caná de Galilea cuando dijo «Haced lo que Él os diga».
Al finalizar el pregón, el presidente de la Cofradía, el tesorero y la camarera Mayor le hicieron un obsequio a Benavente Mateos, mientras el presidente de la Cofradía manifestó que hemos compartido la teología de don Ciriaco, teniendo un recuerdo especial para José Delgado y José Luís García Rodríguez que fue un gran hijo de la Madre de Argeme y que fue nombrado a título póstumo Cofrade de honor, título que recibieron sus familiares.
Cerró el acto el obispo de la Diócesis, Francisco Cerro Chaves, subrayando todo lo que dijo en su pregón Benavente Mateos con esos cuatro apartados de María de gran belleza, en un pregón de sencillez como las rosas y donde demostró ser un hombre profundo en Teología, siendo además un hombre cercano y comprometido, que escucha a la gente y que quiere mucho a la Virgen de Argeme.