La procesión con la custodia del Santísimo Sacramento discurrió por el itinerario acostumbrado pisando las vistosas alfombras florales que la ilusión, la creatividad y el esfuerzo de más de 400 voluntarios han hecho posible.
Una vez concluida la misa, presidida por el obispo Abilio Martínez, que pronunció una emotiva y elocuente homilía, la procesión salió de la catedral por la puerta de San Miguel.
Acompañaban a la custodia con el Santísimo, además del prelado, el Cabildo Catedral y los portadores de cruces, estandartes y palio, niños de la primera comunión, la Corporación municipal, con el alcalde Jesús Alonso al frente, la subdelegada del gobierno, Yolanda de Gregorio, miembros de la Guardia Civil y multitud de fieles y espectadores por todo el trayecto.
En el recorrido procesional se adora especialmente al Santísimo en cuatro altares dispuestos frente a la puerta de San Miguel, en la residencia sacerdotal de la plaza de la Catedral, en la Casa Consistorial y en el palacio episcopal.
El alcalde destacó el esfuerzo de los más de 400 voluntarios que han hecho posible, un año más, que las calles y plazas por donde ha discurrido la solemne procesión hayan mostrado ese aspecto tan brillante y consiguiendo la justa admiración de vecinos y visitantes, como sentido “homenaje y reconocimiento al Santísimo Sacramento que sale por nuestras calles”.