El Alcalde de la Villa Histórica de Santiago del Teide, Emilio Navarro, presidió el Acto de Conmemoración del 30 Aniversario de Ntra. Sra. del Rosario como Alcaldesa Perpetua y Honoraria del municipio, el cual se desarrolló en la tarde de ayer, 11 de diciembre, en la Parroquia de San Fernando Rey de Santiago del Teide, en cuyo templo se encuentra ubicada dicha imagen.
Dicha conmemoración contó con la comparecencia del Alcalde, Emilio Navarro; el Concejal de Fiestas, Sergio Mendoza; el párroco del templo, D. Víctor Manuel Fernández y, finalmente, Jaime Estévez, creador del manto y traje que lucirá la Virgen del Rosario el próximo año y cuyo boceto descubrió a todos/as los/as asistentes.
Según el Alcalde, Emilio Navarro, “para Santiago del Teide, la Virgen del Rosario sin lugar a dudas forma parte de nuestro patrimonio y de nuestra cultura, un hecho que se ha visto reflejado a través del valor inmaterial e incalculable que ésta ha supuesto para los habitantes del municipio a lo largo de nuestra historia”
El Concejal de Fiestas, Sergio Mendoza, por su parte, aprovechó el acto para “agradecer a todas las personas vinculadas y que hayan propiciado el que estemos aquí hoy conmemorando y homenajeando a nuestra alcaldesa honoraria en su 30 aniversario; sin duda un momento especial que aprovecharemos para dar forma a numerosos actos que se desarrollarán a lo largo del próximo año para celebrarlo.
El Párroco D. Víctor Suárez aprovechó su comparecencia para asegurar que “tras varios años siendo vuestro párroco, mi objeto fundamental y lo que trato de mantener siempre presente es debemos luchar por conservar lo que tenemos hoy para que perdure mañana; y esto es algo que puedo decir que se ha conseguido durante este tiempo, porque este templo ha contado siempre con la involucración y ayuda del Ayuntamiento para que esta Iglesia pueda estar siempre abierta para quien así lo quiera y pueda superar el deterioro del tiempo”.
Respecto al nombramiento de la Virgen del Rosario como Alcaldesa Honoraria y Perpetua del municipio, ésta se produjo por pleno del Ayuntamiento el 1 de diciembre de 1988, suponiendo así el reconocimiento institucional de una antigua tradición que quedó en aquel momento adormecida en la memoria popular y que desde entonces se realza cada año.