Al acto presidido por el arzobispo de Santiago asistieron diversas autoridades civiles, el presidente de la Xunta y el alcalde de Santiago
Martiño Noriega, alcalde de Santiago de Compostela por la candidatura Compostela Abierta, había prometido que no iba acudir a actos religiosos. En cambio, el lunes pasado, asistió a la inauguración y “bendición” del Centro Internacional de Acogida al Peregrino. Se trataba de una “bendición” por parte del Arzobispo de Santiago, Monseñor Julián Barrio, es decir, un acto religioso con plática y todo.
Este Centro del Peregrino además, será gestionado por la Fundación Catedral, organismo dependiente del Arzobispado. No se trata de una entidad civil, sino de una sociedad dependiente de la Iglesia al servicio de la comunidad. ¿Por qué acude entonces a esta bendición –no consistía en una simple inauguración- y no a la tradicional Misa de la Ofrenda del Apóstol el pasado 25 de julio, festividad de Santiago?
Quizás es que Martiño piensa que una Misa es un acto religioso pero una bendición no. O quizás porque considera que este Centro de Atención al Peregrino tiene un marcado carácter social, puesto que entre otras funciones, será también un centro de acogida para ayudar a personas sin hogar, atendido por Cáritas diocesana. Pienso que la ofrenda al Apóstol también tenía un sentido social, porque correspondía al “sentir” de muchos compostelanos, sean o no cristianos. Personalmente, le agradezco su presencia en los actos religiosos porque forma parte de la solidaridad y la tolerancia.
Martiño Noriega escuchó una breve predicación de bendición por parte del Arzobispo compostelano, quien manifestó su ilusión de trabajar “para que Santiago sea la capital espiritual de Europa, sin excluir otros objetivos razonables al servicio de las personas”. Y expuso algunas cifras: en 2013 la estimación del impacto de la Catedral de Santiago en la economía y en el empleo ha sido de 219,3 millones de euros y de 4600 empleos anuales, dejando cada uno de los peregrinos o visitantes 86 euros de media.
Obviamente, la Catedral de Santiago, la peregrinación popular y el “sentir” espiritual de tantas personas, son valores religiosos que independientemente de las creencias, contribuyen al empleo de la ciudadanía compostelana. No se pueden tocar. Y esto lo sabe muy bien el alcalde Noriega. Espero.
Monseñor Barrio inaugura el Centro de Acogida de Peregrinos de Carretas junto al presidente de la Xunta
El arzobispo de Santiago de Compostela, monseñor Julián Barrio, inauguró hoy en compañía del presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, el Centro Internacional de Acogida al Peregrino, cuyas dependencias se ubican en el viejo Asilo de Carretas, en Compostela. El acto contó con la participación de diversas autoridades civiles, como el alcalde de Santiago, Martiño Noriega, y eclesiásticas, como el deán de la Catedral, Segundo Pérez y el responsable de la Fundación Catedral, Daniel Lorenzo. Tras la bendición de las instalaciones por parte de monseñor Barrio, los asistentes al acto inaugural recorrieron los locales de este centro y, seguidamente, pudieron escuchar las intervenciones del arzobispo compostelano y del titular del Ejecutivo gallego.
Monseñor Barrio se congratuló de la colaboración entre la Iglesia y las distintas administraciones para llevar adelante este proyecto y dijo que “hoy una de mis aspiraciones compartida por nuestras autoridades autonómicas, por el Concello y por el Excmo. Cabildo Metropolitano como era la de tener un lugar digno para la acogida de los peregrinos aquí en la meta de la peregrinación, se ha realizado gracias al apoyo decidido y clarividente del Presidente da Xunta, a la colaboración económica da Axencia de Turismo de Galicia y de la Secretaria del Gestión del Plan Jacobeo y a la preocupación y seguimiento diligente del Excmo. Cabildo”. El arzobispo compostelano indicó, además, que “esta casa que nació para la acogida de los ancianos desvalidos, había sido solicitada para otros proyectos, pero ha sido providencia de Dios dedicarla a esta finalidad de la que se sentirán orgullosas la ciudad de Santiago, la Xunta en la persona de nuestro Presidente, la Directora da Axencia de Turismo de Galicia, el Secretario de Gestión del Plan Jacobeo y quienes colaboran con ellos, y la Iglesia compostelana. Progresamos no sólo cuando vivimos responsablemente el presente sino también cuando somos capaces de intuir el futuro”.
El arzobispo compostelano añadió, también, que hay que trabajar “para que Santiago sea la capital espiritual de Europa, sin excluir otros objetivos razonables al servicio de las personas. En este sentido hay que notar que en el 2013 la estimación del impacto de la Catedral de Santiago en la economía y en el empleo ha sido de 219,3 millones de euros y de 4600 empleos anuales, dejando cada uno de los peregrinos o visitantes 86 euros de media”.
Esta obra, que lleva consigo la recuperación del edificio del antiguo Asilo de Carretas de Santiago de Compostela, contará con las siguientes instalaciones: espacio de atención a los peregrinos en diversas lenguas, Biblioteca de Estudios Jacobeos, zona y oficina de información turística sobre el Camino de Santiago y Galicia, zona para las asociaciones de amigos del Camino, área de administración e información, centro interconfesional, salón de actos y capilla. Así como con una zona de servicios para los peregrinos e con la propia Oficina del Peregrino del Cabido de la Catedral de Santiago.
Está previsto, además, que en el mismo espacio se instale un centro de acogida para personas sin hogar que gestionará Cáritas Diocesana de Santiago.