El Puerto de Roquetas de Mar vivió ayer su día grande con la procesión de la Patrona, Santa Ana; y la Virgen del Carmen, Patrona de los pescadores. Una procesión con la que se puso punto y final a las Fiestas del popular barrio roquetero.
A las seis en punto de la tarde se habrían las puertas de la iglesia parroquial de Santa Ana y San Joaquín para iniciar la salida procesional con las imágenes de la Virgen del Carmen, portada por sus horquilleros y acompañados por la Agrupación Musical Nuestra Señora del Rosario, de Cuevas del Almanzora; y Santa Ana, igualmente portada por horquilleros y acompañados por la Asociación Musical de Roquetas.
En la presidencia se encontraba el párroco de la iglesia del Puerto, Javier Yepes. Tras el se situaron los concejales de la Corporación Municipal de Roquetas de Mar, encabezados por su alcalde-presidente, Gabriel Amat; estando acompañado por el diputado nacional, Juan José Matarí; el jefe de la Policía Local y el jefe del cuartel de la Guardia Civil en Roquetas.
Lavado de cara
Tras recorrer las históricas calles del histórico barrio y pasar ante el Castillo de Santa Ana, la Patrona de Roquetas y la Virgen del Carmen fueron situadas ante el Faro de Roquetas donde se procedió a cumplir con una tradición que cuenta con más de cinco siglos de antiguedad, el lavado de cara de la imagen de Santa Ana.
El sacerdote roquetero Ginés García Sánchez fue el encargado de bendecir el agua del mar, con el que el párroco de la iglesia del Puerto, Javier Yepes; el alcalde de Roquetas, Gabriel Amat; y Sofía Giménez, que fue la elegida mediante sorteo, entre los habitantes del Puerto.
Una vez lavada la cara de Santa Ana y secada con una toalla, las imágenes de la Patrona y la Virgen del Carmen fueron trasladadas hasta el Faro, mirando al mar, bendiciendo a los pescadores.
Otro momento álgido fue la procesión marítima y que este año los barcos encargados de portar a la Virgen del Carmen fue el Francisco Ramón II, con su patrón, Francisco Ramón, a la cabeza; y el Rata Segundo, con su patrón, Francisco Javier Marín, portó a Santa Ana.