El alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, ha seguido hoy la costumbre de bailar un aurresku (baile tradicional vasco) ante su pueblo en el día de la Asunción, dedicado en Bizkaia a la Virgen de Begoña, y ha dicho que lo hacía «lleno de emoción».
Junto a otros miembros de la corporación municipal y el portavoz del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka, el alcalde ha asistido a la misa mayor oficiada este mediodía en la basílica bilbaína de Begoña, con el templo abarrotado, por el obispo de Bilbao, Mario Iceta.
Concluida la misa, y en declaraciones a los medios, el regidor ha querido dar la «bienvenida» a las miles de personas llegadas desde todos los rincones de Bizkaia que a lo largo del día se han acercado a la basílica bilbaína para honrar a la Virgen de Begoña, la «Amatxu».
En puertas de la Aste Nagusia (Semana Grande), que comienza el próximo sábado, Aburto ha pedido a la «Amatxu» que en las fiestas reinen «el respeto, la falta de agresiones, la solidaridad y alegría», sin «ninguna agresión de ningún tipo».
El alcalde ha expresado los tres deseos que ha rogado a la Virgen lo haya sintetizado en la necesidad de seguir proyectando una ciudad «más generosa» con el objetivo de ser «capaces de generar riqueza y empleo para poder repartirlo entre la gente»
Posteriormente, Aburto y los demás concejales presentes, junto a Erkoreka y el obispo, se han acercado hasta el retoño del Árbol de Gernika que crece en la parte trasera de la basílica, bajo el cual han entonado la canción dedicada por el bardo Iparragirre al árbol que simboliza las libertades del pueblo vasco.
Al regidor, del PNV, le han acompañado ediles de su grupo, así como corporativos del PP y el PSE en el Ayuntamiento de Bilbao, mientras que los concejales de EH Bildu y las plataformas municipales Udalberri y Ganemos Goazen se han ausentado de los actos un año más en desacuerdo por la participación municipal en actos religiosos.
Terminado el canto del «Gernikako arbola», el alcalde se ha dirigido a la explanada trasera de la basílica de Begoña, en la que cientos de personas esperaban verle bailar.
«Con permiso de mi pueblo, quiero ser yo quien inicie el baile, lleno de emoción, siguiendo la tradición y con respeto a mi pueblo», ha dicho el alcalde ante los presentes.
Después, de la mano de un dantzari (bailarín), Aburto ha interpretado el aurresku de honor, entre los aplausos de los asistentes.
Aburto ha seguido así una costumbre que inició hace hoy 30 años el entonces alcalde José María Gorordo y que después han continuado otros regidores como Iñaki Azkuna e Ibon Areso.