Lomo Magullo celebró este lunes la festividad de Nuestra Señora de las Nieves con la tradicional eucaristía y posterior procesión por las calles de este pueblo de las medianías de Telde. Como novedad, la presentación de las mascotas de algunos asistentes ante la imagen de la patrona en el exterior de iglesia, ya que antes también desfilaban, pero acompañados por el ganado. Al no haber feria en esta edición, el relevo del tributo animal a la Virgen lo realizaron varios perros, un conejo y un pájaro, cuyos dueños recibieron de manos de los sacerdotes una pequeña bolsa de caramelos.
La alcaldesa celestial y perpetua, título concedido por el Ayuntamiento de Telde, recibió, entre otros, la visita del alcalde, Héctor Suárez, y varios concejales de la corporación municipal. Una presencia que Fernando Báez, párroco de Lomo Magullo, destacó al final de la eucaristía y antes de la entrega del bastón de mando a la imagen de la Virgen de las Nieves. El padre Báez recordó como uno de sus predecesores, Hermenegildo, logró esta distinción para la patrona del barrio, al tiempo que indicó que Suárez será alcalde los dos próximos años, mientras Nuestra Señora lo es para siempre».
Un comentario que resaltaba que el fervor del pueblo no conoce de siglas políticas ni de mandatos o de convocatorias electorales. De hecho, es la primera vez desde la instauración de la democracia que en el municipio se comparte la presidencia de la corporación municipal, dos años para el representante de Coalición Canaria y los dos últimos para Nueva Canarias. Fue un momento cordial, que dio paso a la colocación del bastón de mando en el trono de la talla como símbolo de su autoridad eterna.
El templo de las Nieves, como siempre, se llenó de feligreses, aunque no hubo el abarrotamiento de otros años, ya que al ser lunes y no festivo en Telde, la asistencia mermó al estar en los trabajos quienes habitualmente en cada edición se acercan a escuchar la misa y recorrer junto a la imagen las calles del barrio.
La temperatura acompañó. Antes del inicio del oficio religioso, el termómetro marcaba sobre los 24 grados centígrados y corría una ligera brisa que evitaba la sensación de aplomo y bochorno que producen los rayos solares en la zona de medianías durante agosto. Así, incluso acabada la procesión y el desfile de los animales domésticos sobre las 14.00 horas, se llegaron a los 28 grados, aceptable para casi todos, aunque para la furgoneta que vendía helados no fue un mal negocio por los consumidores que se acercaron a adquirirlos.
Fue duradera la eucaristía, ya que empezó poco después del mediodía y se prolongó hasta las 13.25 horas, cuando comenzó la procesión de Nuestra Señora de las Nieves. Había presidido la misma el párroco de Santa Brígida, aunque también estuvieron en el altar los de Las Huesas, Ojos de Garza y Jinámar, además del titular de la parroquia, Fernando Báez, siempre con su sotana de color amarillo frente al blanco inmaculado de sus compañeros.
Pétalos de rosas y vítores recibieron a la talla a su salida del templo en dirección hacia la parte alta de Lomo Magullo, en un recorrido cercano al kilómetro de distancia entre la ida y la vuelta con salida y llegada a la iglesia.
Los acordes de la Banda municipal de Telde amenizaron el trayecto por las calles del barrio, que finalizaron ante la puerta de la iglesia. Allí, los músicos, dirigido por José Martel, interpretaron el Himno de la Virgen de las Nieves, una interpretación que fue muy aplaudida por los presentes.
Después, turno para los animales de compañía, que sin sus hermanos mayores, el ganado bovino y otros ejemplares de la ganadería local, llevaron sus dueños ante la Virgen. Un conejo, varios perros y un pájaro todos ellos traídos en su mayoría por niños, protagonizaron el momento entrañable de la jornada.
Asimismo, fue día emotivo y entrañable para Salvador Santana, quien recibió de manos del padre Báez una medalla con la imagen de la Virgen de las Nieves en reconocimiento a su labor en las fiestas y en la construcción de templos, entre ellos el de Lomo Cementerio.