Fundación BBVA lanza el ‘Estudio de Cultura científica en Europa’ con encuestas en España, Francia y Reino Unido
El 95% de los españoles considera que la religión no debe poner límites a los avances científicos y el 42% cree que la ética tampoco debería ponerlos. El porcentaje de españoles que se opone a que la religión ponga límites a la ciencia es superior al de otros países europeos como Alemania (87%), Francia (81%) o Reino Unido (77%).
Así lo refleja el Estudio de Cultura científica en Europa de la Fundación BBVA, llevado a cabo mediante encuesta a muestras representativas de 1.500 casos por país de la población de 18 y más años en España, Francia y el Reino Unido.
No obstante, la mayoría de los encuestados considera que la ética debería poner límites a los avances científicos, posición que resulta muy amplia en Alemania (85%) y bastante menor, aunque mayoritaria, en España (57%). El 74% de los franceses considera que la ética debe poner límites a los avances científicos, postura que apoyan el 65% de los británicos.
Atendiendo a los resultados, la mayoría de los ciudadanos entiende conceptos científicos elementales sobre fenómenos variados como la división celular y el papel de las plantas en la producción de oxígeno, el origen del universo, la evolución de los seres humanos, pero el nivel de comprensión de las indicaciones de los antibióticos, cuestiones medioambientales como el cambio climático y el agujero en la capa de ozono, los genes y la modificación genética es «más débil», observándose solo en alrededor de la mitad de la población.
Por ejemplo, el 89%, tanto en España como en el resto de países, identificó como verdadera la frase ‘el oxígeno que respiramos proviene de las plantas’; el 84% en España y el 78% en el resto de países identificó como falsa la frase ‘casi todos los microorganismos son perjudiciales para los seres humanos’; y el 59% en España y el 64% en el resto de países reconoció como falsa la afirmación ‘las células de los seres humanos adultos por lo general no se dividen’.
Sin embargo, también se detecta desconocimiento sobre otras cuestiones en los dominios de la salud y el medio ambiente. Así, el 43% en España y el 50% en el resto de países fue capaz de identificar como falsa la idea de que ‘los antibióticos destruyen los virus’, y únicamente el 27% en España y el 37% en el resto de países reconoció la falsedad de que ‘el cambio climático se produce debido al agujero en la capa de ozono’.
El estudio señala que el 67% de los españoles y el 74% en el conjunto de países le otorga mucho o bastante importancia al hecho de que una teoría se publique en una revista científica, pero al mismo tiempo casi un 50% tanto en España como en el conjunto de los países considera muy o bastante importante que se haya publicado en un periódico o canal de televisión.
Einstein, el científico más conocido
Respecto a la familiaridad con los grandes científicos de todos los tiempos, los resultados de la encuesta muestran el perfil dominante de científicos del campo de la Física, muy en especial de Albert Einstein, a distancia de todos los demás, con Isaac Newton, Marie Curie y Galileo Galilei mencionados en orden decreciente en casi todos los países.
Charles Darwin obtiene también un porcentaje significativo de menciones en todos los países, a gran distancia de Einstein: un 23% en el Reino Unido, un 12% en España, un 9% en Francia y un 8% en Alemania. En dos países, Reino Unido y España, alcanza también un porcentaje de menciones significativas Stephen Hawking, quizás el científico de las últimas décadas que más presencia mediática ha alcanzado.
Científicos vinculados a contribuciones más recientes son reconocidos, en general, por un bajo porcentaje de la población, siendo notable la ausencia de menciones significativas a figuras del siglo XX como Max Planck, Niels Bohr, Francis Crick y James Watson.
Marie Curie es la única mujer que alcanza un porcentaje alto de menciones en los cuatro países. En Alemania por detrás de Marie Curie aparecen dos mujeres más, Maria Goeppert-Mayer (segunda mujer galardonada con el Premio Nobel de Física) y la matemática Emmy Noether; en el Reino Unido, además de Marie Curie alcanza un porcentaje significativo de menciones Ada Lovelace; y en España alcanza un 15% de menciones Severo Ochoa, en tanto que Santiago Ramón y Cajal no supera el 7%.
La ciencia como «motor del progeso material»
La investigación destaca que existe un «amplio consenso» en torno a la idea de que la ciencia es «el motor del progreso material» (6,5 de media en el conjunto de todos los países y en España, en una escala de 0 a 10). Las opiniones también son favorables, aunque más divididas, respecto a la idea de que la ciencia puede dar respuesta a todos los grandes problemas del siglo XXI (6,0 de media en todos los países), destacando los españoles (6,7) entre los más convencidos respecto a esta cuestión.
Los encuestados no creen que «la ciencia destruye los valores morales de la gente» (media de 3.6 en los cuatro países y de 3,4 en España). Por otro lado, en todos los países, y de manera destacada en España, una amplia la mayoría considera que, en orden decreciente, la energía solar, la biotecnología, la nanotecnología, la ingeniería genética, internet, la exploración espacial, la robótica y la Inteligencia Artificial mejorarán nuestras vidas, mientras que la energía nuclear y el Big Data dividen las opiniones.
Las expectativas de los encuestados son «muy positivas» respecto a la contribución de la ciencia en el tratamiento del cáncer (el 76% de los españoles y el 79% en el conjunto de países cree que contribuirá «mucho o bastante»); a prolongar los años de vida con buena salud (el 74% de los españoles y el 73% del conjunto de países); y hacer frente a pandemias como el Covid (el 66% tanto de los españoles como del conjunto de países).
División sobre la regulación de la ciencia
Los países se dividen respecto al control de la investigación científica. Así, en Reino Unido y en España se decantan por la opción de que la misma debe ser controlada por los propios científicos, en Francia las opiniones están divididas, mientras que en Alemania la mayoría se inclina por que este tipo de investigación sea controlada por la sociedad.
Además, España destaca entre los cuatro países europeos analizados por una mayor confianza en el tríptico de la medicina, con un 8.1 de media en una escala de 0 a 10 (frente a un 7.5 en Francia, un 7,4 en el Reino Unido, y un 7,2 en Alemania), la ciencia con una media de 7.5 (un 7,1 en el Reino Unido y Francia, y un 6.9 en Alemania) y la tecnología, con un 7.0 (un 6,9 en Francia, un 6,7 en el Reino Unido y un 6,6 en Alemania).
En las cuatro sociedades se confía en la democracia y el Estado de derecho, con una media en ambos casos de un 6,2 en el caso de España (un 6,7 y un 6,5 respectivamente en el caso de Francia, un 6,5 y un 6,4 en Alemania, un 6,3 y un 6,5 en el Reino Unido). En Alemania y Francia se confía también en el Estado, en ambos países con un valor medio de 5,9, seguidos del Reino Unido con un 5,7 y, por debajo del umbral medio de confianza, España con un 4,8.
La investigación subraya que, tanto en España como en el resto de países, el nivel de cercanía con la ciencia, en términos de interés, presencia en sus conversaciones cotidianas y seguimiento a través de diferentes canales aumenta según disminuye la edad y según se incrementa el nivel de estudios.
Precisamente, el mayor nivel de cercanía se recoge entre los adultos jóvenes, quienes continúan estudiando y quienes tienen mayor nivel de estudios, así como entre quienes expresan un menor nivel de religiosidad. También el grado de familiaridad con una muestra de conceptos científicos de un amplio abanico de áreas se diferencia en el seno de cada sociedad y es mayor entre la población adulta joven y con mayor nivel de estudios.