La campaña del Papa contra el preservativo provoca el rechazo del 72,1% de los encuestados. La mayoría aboga por facilitar la píldora del día después
Las palabras de Benedicto XVI el mes pasado en África, negando la eficacia del preservativo en la lucha contra el sida, han disgustado a los españoles. Un 72,1% cree que estuvieron "mal" o "muy mal". Según el último Publiscopio, los más críticos con las palabras de Joseph Ratzinger tienen entre 30 y 41 años; un 61% de ellos califica de "muy mal" la intervención del Pontífice.
En cambio, los más benevolentes con él son los mayores de 60 años. Sólo uno de cada cuatro tiene muy mala opinión de la afirmación del Pontífice y un 18% de ellos cree acertada la campaña contra el condón.
Aunque la cifra es menor, los más jóvenes también valoran las palabras del Papa por encima del resto de franjas de edad: un 9% de las personas de 18 a 29 años las aprueban, frente al 4% de las de 30 a 44 años y el 5% de quienes están entre los 45 y los 59.
Los socialistas, más críticos
Si se tiene en cuenta la tendencia política, los votantes del PSOE son, de largo, mucho más críticos con el Papa que los del PP. Un 66% de quienes votan a los socialistas considera "muy mala" la campaña contra el preservativo y un 22% la tilda de "mala". En el caso de los votantes del PP, estas cifras se reducen al 27% y el 29%, respectivamente.
Según las creencias, un 91% de los ateos y no creyentes opina que el Papa actuó "mal" (un 15%) o "muy mal" (un 76%). La cifra de quienes juzgan como "muy mal" las palabras de Benedicto XVI se reduce hasta un 50% en el caso de los católicos no practicantes, y a un 25% entre los que sí lo son.
Si una mayoría amplia de españoles rechaza las palabras del Papa contra el uso del preservativo, un porcentaje aún mayor (un 94,2%) cree que debe recomendarse a los jóvenes el uso del preservativo. Esta opinión se sostiene en todos los grupos de edad, que se mantienen en valores superiores al 97%, exceptuando el grupo de mayores de 60 años que, una vez más, se muestran más conservadores (un 84%).
Diferencias mínimas
También católicos (practicantes o no), ateos y no creyentes coinciden con una mayoría aplastante en que se debe incidir en el uso del condón entre los más jóvenes. La diferencia entre la opinión de los católicos no practicantes (un 98%), y los ateos y no creyentes (un 99%) es mínima. Por su parte, la cifra de los católicos practicantes que recomiendan el preservativo alcanza el 84%.
Además, mientras los católicos no practicantes y los ateos y no creyentes rechazan que alguien pueda no recomendar los preservativos, un 10% de católicos practicantes tiene en cuenta esta opción.
El Publiscopio también pone de manifiesto que la mayoría de españoles (independientemente de la edad, creencias y tendencia política) conoce la píldora del día después y considera que se debe proporcionar a las jóvenes. Sólo los mayores de 60 años muestran cierta ignorancia sobre este anticonceptivo: un 18% dice desconocer su existencia. En el resto de franjas de edad, el porcentaje nunca es superior al 4%. Lo mismo ocurre cuando se pregunta a los mayores si se debe facilitar la pastilla: mientras un 84% de los jóvenes de 18 a 29 años defiende su uso, los mayores de 60 se sitúan en el 49%.
Los votantes del PSOE son los más partidarios de su uso (un 81%, frente al 60% de quienes votan al PP). Y a la inversa: mientras un 29% de los votantes del PP cree que no debe facilitarse este anticonceptivo a las jóvenes, sólo un 8% de quienes votan al PSOE opina de igual modo.
Si se tienen en cuenta las creencias, se observan mayores diferencias. Sólo un 45% de los católicos practicantes cree que debe suministrarse la píldora del día después. La cifra asciende hasta el 77% en el caso de los no practicantes y al 89% entre los ateos y no creyentes.