Más de un tercio de los votantes del PP y el 36% de los católicos practicantes también opinan que es mejor dejar la normativa como está
En lo que al aborto se refiere, la mayoría de los españoles preferiría que se dejaran las cosas como están. Es, por lo que indican los números, un asunto ya zanjado entre la población. El 60% opina que se debe mantener la actual ley de plazos, aprobada en 2010 por el Gobierno del PSOE. Esa ley permite a una mujer interrumpir el embarazo durante las primeras 14 semanas de gestación sin dar explicaciones. Y, a partir de esa fecha, solo cuando haya riesgo para la salud de la mujer o anomalías fetales graves. Pasada la semana 22 solo se puede abortar si las anomalías del feto son incompatibles con la vida o este sufre una “enfermedad extremadamente grave e incurable”.
Una encuesta similar a esta, realizada también por Metroscopia hace justo un año, arrojaba un porcentaje de conformes con la ley de plazos muy inferior, un 46%. Cabe inferir por tanto que estos meses, con el debate abierto en la calle y en las instituciones por la intención del Gobierno de aprobar una ley de supuestos mucho más restrictiva, no han hecho sino reforzar la idea en los españoles de que no merece la pena tocar este asunto. Solo una de cada cuatro personas se quedaría en la ley de 1985.
Son los ciudadanos sin creencias religiosas los que opinan de este modo mayoritariamente: un 81% de ellos pide mantener la ley vigente. Entre los menores de 35 años también se recoge una alta conformidad al respecto (71%); no hay diferencias apreciables entre sexos: tanto las mujeres (62%) como los hombres (59%) apoyan la actual legislación, la más similar a la que tienen los países de nuestro entorno. Entre los votantes del PP, un 35% está de acuerdo también con mantener la actual ley del aborto y un 39% volvería a la ley anterior, al de 1985, de supuestos. También entre los católicos practicantes, un 36% apoya la actual normativa. La secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, ha admitido en los últimos días que el partido está presionando al Gobierno para que suavice su proyecto de ley que, de aprobarse como está ahora, será el más restrictivo de la democracia.
Un 71% de los menores de 35 años apoyan la ley de plazos
El anteproyecto de ley del aborto que aprobó el Gobierno el pasado diciembre vuelve al modelo de supuestos que rigió hasta 2010, pero lo endurece: solo recoge dos supuestos (violación y “grave peligro para la vida o la salud física o psíquica de la embarazada”). Además, obliga a la embarazada a recabar la opinión de dos médicos distintos, a recibir asesoramiento individualizado de los servicios sociales y a guardar un periodo de reflexión de siete días, lo que en la práctica complica y alarga todo el proceso. El Gobierno planea ahora suavizar ese anteproyecto, incorporando el supuesto de malformación fetal aunque sin llamarlo así, antes de enviar la ley al Parlamento (lo que ocurrirá previsiblemente en julio). El 90% de los cerca de 110.000 abortos que cada año se producen en España se realiza en las primeras 12 semanas de embarazo, con el actual modelo de plazos y con el anterior de supuestos.
La opción legislativas menos permisiva, la que aboga por prohibir la interrupción del embarazo salvo en caso de violación o riesgo grave para la vida de la madre, apenas encuentra eco entre un 10% de los españoles, el 19% de los votantes del PP y el 21% de los católicos practicantes.
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