El periódico, que cita datos de las diócesis austríacas, calcula también que este año se llegará a un nuevo récord de deserciones, con las relativas pérdidas económicas: alrededor de siete millones de euros menos es el daño financiero por las tasas que los fieles no pagarán a las Iglesias, entre el 0,1% y el 1,1% del imponible fiscal.
En total las entradas llegan a unos 350 millones de euros anuales.
Sobre una población de unos 8 millones de personas, se calcula que en Austria, 5,5 son católicos y se estima que los "desertores" de este año, podrían llegar a 80.000, contra los 53.216 del 2009.
Hace algunas semanas, el arzobispo de Viena, cardenal Christoph Schoenborn, considerado muy cercano al Papa Benedicto XVI, había condenado los abusos y prometido ir hasta el fondo en la investigación sobre el escándalo.
Entre otras cosas había nombrado una comisión independiente presidida por una mujer encargada de hacer luz sobre las denuncias y asistir a las víctimas. (Télam)