Cuando en octubre de 2001 comenzaron los bombardeos estadounidense en Afganistán para expulsar del poder a los talibanes, acusados de amparar a Al Qaeda, pocos podían pensar que 20 años después este mismo grupo recuperaría el control de una forma tan rápida.
Tras la retirada este año de las tropas de EEUU, el grupo islamista ha conquistado un tercio de las capitales de provincia afganas, implantando en ellas su visión radical del islam, donde el nulo aprecio por la vida y el desprecio por las mujeres forman ya parte del día a día de muchos afganos.
¿Cuándo y cómo surgen los talibanes?
La palabra ‘talibán’, plural de ‘talib’ en lengua pastún, significa ‘estudiantes’, y es el nombre del grupo fundamentalista islámico surgido en 1994 en la región del sur de Afganistán y norte de Pakistán. Tras la retirada de la Unión Soviética de Afganistán en el año 1989, el país quedó sumido en un conflicto entre el presidente Najbullá y la guerrilla muyahidín (combatientes fundamentalista).
Desde el año 1996 los talibanes ya controlaban buena parte del país y en 1998 gobernaban más del 90% del territorio, que mantuvieron bajo su dominio hasta el año 2001, bajo las ordenes de Mullah Mohammed Omar.
Tras los ataques del 11S en Estados Unidos, el país norteamericano comenzó una operación militar internacional que terminó en escasos dos meses con el poder de los talibanes, al recuperar el control de la capital afgana, Kabul.
No obstante, pese a que las tropas extranjeras han permanecido en Afganistán hasta ahora, la realidad es que no consiguieron derrocar por completo a los talibanes, que siguieron realizando acciones armadas y lanzando ofensivas contra al ejercito afgano y las tropas internacionales.
Gobernar violando los derechos humanos
El objetivo de los talibanes es implantar una estricta y radical interpretación de la sharía, la ley islámica. Bajo su gobierno, los talibanes introducen castigos como la ejecución publica de asesinos y adúlteros o la amputación de manos a las personas que hayan robado.
Además, muchos son los derechos que se ven mermados para las mujeres que viven bajo control talibán. Quizás uno de los mas visibles, aunque no el único, es la obligación de vestir con el burka, prenda que cubre el cuerpo de la mujer de forma que no se le vea ninguna parte.
Otras prohibiciones impuestas únicamente a las mujeres son las de recibir educación más allá de los 10 años, hablar en voz alta en público o estar fuera de casa sin un pariente. Incumplir las normas puede significar acabar siendo azotada o, directamente, lapidadas.
«Para quien tiene relaciones sexuales y no está casado, sea chica o chico, el castigo es de 100 latigazos en público, pero a los que están casados hay que apedrearlos hasta la muerte… Para los que roban: si se demuestra, hay que cortarles la mano», dice un juez afgano a la BBC, en una entrevista realizada desde territorio talibán este miércoles.
A todas estás prohibiciones se le suman las que tienen que ver con las tradiciones o la moral, ya que una de las políticas fundamentales de los talibanes es acabar con las influencias que provienen de occidente. Esto significa prohibir la televisión, la música o el cine, que son sustituidos por elementos culturales destinados al adoctrinamiento religioso
Este jueves los talibanes han conquistado Herat, la tercera ciudad más importante de Afganistán y capital de la provincia occidental homónima, que se suma a otras diez capitales regionales caídas bajo control insurgente en la última semana. Las tropas afganas se ven superadas por la ofensiva talibán y se limitan a retrasar lo máximo posible la previsible victoria insurgente.
según han confirmado altos funcionarios estadounidenses y recoge la cadena CNN, los talibanes podrían aislar entre los próximos 30 y 60 días Kabul, y tomarla dentro de 90 días, lo que provocaría la caída definitiva del Gobierno afgano.
De hacerse realidad esta perspectiva, cerca de 40 millones de personas podrían quedar bajo control talibán, donde serían sometidas a diario a estas leyes, que violan sistemáticamente los derechos humanos.