Un estudiante de informática de 27 años está acusado de blasfemia contra las confesiones cristiana y musulmana.
Albert Saber asistió este miércoles a la primera sesión de su martirio judicial. Confinado en la jaula de un tribunal cairota, el joven ateo de familia cristiana copta está acusado de blasfemia contra las confesiones cristiana y musulmana. La siguiente vista del juicio ha sido aplazada hasta el 17 de octubre. Albert permanecerá en prisión. Desde hace dos semanas vive entre rejas en un caso denunciado por las organizaciones locales de derechos humanos.
"Es un ataque planificado. Van a sacrificar a dos o tres coptos. Pagarán por quienes realmente realizaron la película contra el profeta", denuncia a ELMUNDO.es su madre Kariman Meseha. Saber, un estudiante de informática de 27 años, jamás tuvo nada que ver con 'La inocencia de los musulmanes', el burdo filme que despertó la ira del mundo musulmán.
Sin embargo, el runrún de que había publicado el tráiler en facebook llevó el pasado 13 de septiembre hasta el domicilio familiar, en el bullicioso barrio cairota de El Marg, a una turba de jóvenes que intentó asaltar y quemar la vivienda. "Todo son mentiras y chismes. Aseguran que Albert quemó el Corán y se orinó en él o que ofendió al profeta y a la religión", explica Kariman.
Su progenitora, que abandonó la casa y litiga con las autoridades, aún no entiende lo que comenzó a suceder horas después del asalto a su casa. Entonces la policía arrestó a su vástago y le condujo hasta una comisaría cercana. "Un oficial cristiano lo llevó hasta los calabozos y exclamó ante al resto de detenidos: 'Es un ateo y ofendió a vuestro profeta. Quiero ver como lo castigáis'", relata.
La Fiscalía general trasladó su caso a un tribunal penal de la capital, que inicia este miércoles el proceso. El bloguero, estudiante de informática, está acusado de insultar a las religiones monoteístas y hacer apología del ateísmo a través de internet. Saber publicó un vídeo crítico con las confesiones musulmana y copta en una página de Facebook sobre ateos egipcios, inactiva desde hace un par de días. Según las organizaciones locales de derechos humanos, se enfrenta a una pena de cinco años de prisión.
"Albert no tiene nada que ver con la película ofensiva, pero el caso es un modo de calmar la ira popular", insiste su abogado Ahmed Ezzat. La blasfemia es un delito tipificado en el código penal egipcio pero sujeto a una vaga interpretación. "El término de blasfemia está muy extendido pero carece de un significado concreto. Se puede emplear contra cualquiera", argumenta Kariman.
La lucha de esta madre coraje no solo se libra batalla contra los rumores del vecindario que prendieron la primera mecha o contra una justicia con cierta querencia inquisitorial. También censura la actuación del ministerio del Interior y el aparato policial, que permitieron las vejaciones del resto de detenidos a su hijo durante su arresto preventivo.
"Estoy muy preocupada y tengo miedo", reconoce Kariman. Teme que el destino de su hijo sea idéntico al de Bishoy Kamel, un maestro copto condenado la pasada semana a seis años de prisión por insultar al profeta y al presidente Mohamed Mursi.
Madre de Albert Saber
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