En Texas, un ambicioso proyecto urbanístico ha desatado un intenso debate. Se trata de EPIC City, una comunidad planificada cerca de Dallas que, según sus impulsores, seguirá la sharia o ley islámica. La iniciativa, liderada por el Centro Islámico de East Plano (EPIC) y promovida por el influyente religioso Yasir Qadhi, ha despertado preocupaciones sobre su impacto en la integración social y su compatibilidad con el marco legal y los valores estadounidenses.
¿Un enclave religioso con reglas propias?
El plan de EPIC City abarca más de 400 acres en Josephine, Texas, e incluirá una mezquita central rodeada de viviendas, escuelas islámicas, parques, tiendas, clínicas, una residencia para ancianos y otros servicios comunitarios. Sus promotores defienden la iniciativa como una expresión de libertad religiosa, permitiendo que los musulmanes vivan según sus creencias en un entorno seguro y cohesionado.
Sin embargo, el concepto de una comunidad regida por la sharia genera preocupaciones sobre el alcance de su aplicación y su posible conflicto con las leyes estatales y federales. Se teme que esto allane el camino para un modelo de gobernanza paralelo que excluya a quienes no sigan la religión dominante.
Yasir Qadhi y su influencia en el proyecto
Uno de los aspectos más polémicos de EPIC City es su estrecha relación con Yasir Qadhi, quien desempeña un papel clave en su promoción. Qadhi fue una figura influyente dentro del movimiento salafista angloparlante, una corriente del islam que aboga por un retorno estricto a las enseñanzas originales de la religión y que, en sus interpretaciones más radicales, ha servido de base ideológica para movimientos extremistas.
Aunque en su libro Understanding Salafism intenta distanciarse de este movimiento, su pasado y su discurso siguen generando inquietud. Sus críticas constantes a Israel y su retórica en temas geopolíticos han sido señaladas como problemáticas, especialmente por su reciente publicación en la que celebró el fallo de la Corte Internacional de Justicia que calificó a Israel como “Estado ocupante”. Estas declaraciones han sido vistas como parte de una narrativa que, en ciertos sectores, ha servido para justificar el antisemitismo y la violencia.
La influencia de Qadhi en EPIC City y su historial ideológico plantean dudas sobre la verdadera naturaleza del proyecto: ¿es una comunidad simplemente religiosa o busca establecer un modelo de gobernanza basado en principios islámicos que podrían chocar con la estructura legal y cultural de EEUU?
¿Una amenaza para la integración y la seguridad?
La creación de una comunidad basada en la sharia podría derivar en una «zona prohibida» para no musulmanes, fomentando la segregación y el aislamiento. En Europa, han surgido precedentes de comunidades islámicas donde las leyes locales han sido desafiadas en favor de la jurisprudencia islámica, lo que genera temores sobre el impacto de un modelo similar en Texas.