El presidente de Estados Unidos, «el católico y demócrata», Joe Biden sigue adelante con su plan de instaurar el aborto en todo el país tras el reciente revés judicial, en donde se anuló el aborto como un derecho en Estados Unidos.
El viernes pasado, la Cámara de Representantes de EE. UU. aprobó la Ley de Protección de la Salud de la Mujer, con una votación de 219 a 210. Este proyecto de ley impondría el aborto «a medida» en todo el país en cualquier etapa del embarazo y eliminaría las leyes pro-vida en cada nivel de gobierno, incluida la notificación a los padres de las niñas menores, el consentimiento informado y las protecciones de salud y seguridad específicas de las instalaciones de aborto.
La nueva ley también obligaría a todos los estadounidenses a apoyar los abortos en el país y en el extranjero con el dinero de sus impuestos y probablemente obligaría a los proveedores y profesionales de la salud a realizar, asistir y/o derivar para un aborto en contra de sus creencias profundamente arraigadas, así como obligar a los empleadores y aseguradoras para cubrir o pagar el aborto.
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Ante esta situación, el Arzobispo William E. Lori de Baltimore, presidente del Comité de Actividades Pro-Vida de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB) y el Cardenal Timothy M. Dolan de Nueva York, presidente del Comité de Libertad Religiosa de la USCCB, emitieron la siguiente declaración:
“La mayoría en la Cámara de Representantes votó el viernes pasado para aprobar el proyecto de ley de aborto a pedido más injusto y extremo que nuestra nación jamás haya visto. Responder a las necesidades de las mujeres mediante la promoción del aborto electivo financiado por los contribuyentes, como lo haría este proyecto de ley, es un mal grave y una falta de amor y servicio a las mujeres. Ofrecer abortos gratuitos o de bajo costo, en lugar de aumentar los recursos que las mujeres necesitan para cuidar de sí mismas y de sus hijos, no es una ‘elección’ sino una coerción y un abandono insensible. Simplemente repetir el mantra de que el aborto es atención médica no lo convierte en tal. Terminar deliberadamente con la vida de seres humanos indefensos y sin voz es la antítesis de la atención médica.
“Implicamos a quienes ven en el aborto una ‘solución’ legítima a las necesidades de las mujeres, que abandonen este camino de muerte y desesperación. En su lugar, invitamos a todos a unirse a nosotros en la búsqueda de una visión que presentamos en Stand with Moms in Need, una visión que defiende la verdad de que toda vida humana es sagrada e inviolable, una sociedad en la que la protección jurídica de la vida humana va acompañada de un profundo cuidado de las madres y sus hijos. Exhortamos a nuestra nación a priorizar el bienestar de las mujeres, los niños y las familias, tanto con recursos materiales como con acompañamiento personal, para que ninguna mujer se sienta obligada a elegir entre su futuro y la vida de su hijo”.