La semana pasada, el Congreso de EEUU aprobó la Frank R Wolf International Religious Freedom Act que enmienda la ley de libertad religiosa, para incluir protecciónes explícitaspara los ateos:
Se entiende que la libertad de pensamiento, conciencia y religión protege las creencias teístas y no teístas, así como el derecho a no profesar o practicar ninguna religión.
[…]
Aunque no se limita a una región o régimen en particular, la persecución religiosa y la orientación específica de no teístas, humanistas y ateos a causa de sus creencias suele ser particularmente generalizada, sistemática y atroz bajo gobiernos totalitarios y en países con mayorías religiosas militantes y politizadas y en regiones donde los actores no estatales ejercen un poder político y una influencia significativos.
La ley está lista para sanción presidencial, así que sólo falta que Barack Obama la firme para que entre a hacer parte del ordenamiento jurídico americano.
Mientras este cambio es apropiado, también vale la pena anotar que en la ley también se incluyó como parte de la libertad religiosa los sacrificios animales y la circuncisión masculina infantil.
Creer o no creer en dioses está bien. Dañar a otros seres vivos con base en esa creencia no es libertad religiosa sino abuso — ojalá las disposiciones de circuncisión infantil y masacres animales se enmienden pronto.