EE.UU. ha denegado a una atea la ciudadanía, a pesar de residir en dicho país desde hace 30 años, porque su objeción de conciencia a portar armas “no se basa en motivos religiosos”, informa el portal Divided Under God.
Margaret Doughty, británica de 64 años de edad, tiene residencia permanente en EE.UU. desde hace tres décadas y tiene un proceso abierto para solicitar la ciudadanía estadounidense, en el que a todos los candidatos se les pregunta si estarían dispuestos a tomar las armas en defensa de dicho país.
A esta cuestión Doughty respondió: "Tengo que ser honesta. La verdad es que yo no estaría dispuesta a portar armas. Desde mi juventud he mantenido una firme y sincera objeción a participar en cualquier tipo de guerra y a portar armas. Profunda y sinceramente creo que no es moral o ético quitarle la vida a otra persona y mis creencias espirituales/religiosas de toda la vida me imponen el deber de conciencia de no contribuir a la lucha armada. Mis creencias son tan fuertes y profundamente arraigadas como las de aquellos que tienen creencias religiosas tradicionales y que creen en Dios […]".
Al ser atea, los Servicios de Inmigración y Ciudadanía de EE.UU. (USCIS, por sus siglas en inglés) le respondieron a Doughty que "cualquier objeción de conciencia debe estar basada en motivos religiosos, no sólo morales", por lo que, al no profesar una religión y no creer en un dios, "no tiene ninguna base para objetar". Así, su solicitud ha sido denegada hasta que pueda demostrar que su objeción de conciencia tiene fundamentos religiosos.
"Por favor, envíenos una carta en papel con el membrete oficial de la Iglesia, que demuestre que usted es un miembro acreditado de la misma y en la que se establezca la posición oficial de esa Iglesia sobre el uso de armas", recogía una misiva enviada por los USCIS a Doughty, quien tiene hasta el 21 de junio para demostrar que su oposición se basa en motivos religiosos. De lo contrario, su solicitud será formalmente denegada.
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