El manifiesto reza así: "Porque era seguro que la enfermedad ganaba a nuestras terapias; porque, pese a tratamientos adaptados, los sufrimientos físicos y psicológicos hacían la vida del paciente intolerable; y porque el enfermo deseaba terminar; nosotros cuidadores, hemos, en conciencia, ayudado de forma médica a los pacientes a morir con decencia".
Suspensión de los procesos judiciales
La iniciativa está relacionada con un juicio la próxima semana contra un médico y una enfermera que ayudaron a morir en 2003 a una mujer enferma terminal por cáncer. En su escrito, piden la "suspensión inmediata de procesos judiciales" contra el personal sanitario implicado en casos similares.
Piden una revisión legislativa
Solicitan además una revisión legislativa "en el plazo más breve posible" que se inspire en las reformas efectuadas en Bélgica, Suiza y Holanda, así como "medios adaptados que permitan acompañar a los pacientes al final de su vida" para acordarles "la dignidad". Tanto el candidato de la derecha, Nicolás Sarkozy, como la socialista, Segolene Royal, se han comprometido, si salen elegidos, a abrir el debate sobre la eutanasia.
La actual ley, “represiva e injusta”
Aprobada en abril de 2005, la ley "sobre el acompañamiento del final de la vida" es "insuficiente" para los suscriptores del manifiesto, ya que es "represiva e injusta" y no se adapta a "la realidad médica". Esa ley surgió por el caso del joven tetrapléjico Vincent Humbert, que en una carta al Presidente francés, Jacques Chirac, en 2002, había reclamado "el derecho a morir".