La Policía detiene a unos 60 opositores ante el juzgado, entre ellos el político crítico con el Kremlin Serguei Udalzov y el excampeón del mundo de ajedrez Gari Kasparov.
Las tres integrantes de la banda punk rusa Pussy Riot fueron condenadas ayer a dos años de cárcel, tras ser declaradas culpables de vandalismo por odio religioso, por su controvertido rezo punk en la catedral del Cristo Redentor en Moscú contra el presidente Vladimir Putin.
Las imputadas llevan alrededor de seis meses en prisión preventiva, algo que computará en el recuento de la pena. La decisión fue muy criticada internacionalmente por la Unión Europea, Estados Unidos, la OSCE y varias organizaciones de derechos humanos.
Durante la lectura de la sentencia, que duró más de dos horas y media, la jueza Marina Syrova acusó a las mujeres de herir los sentimientos de los fieles con su protesta el pasado 21 de febrero, cuando actuaron frente al altar de la seo, enmascaradas con un pasamontañas y vestidas con ropa colorida, con una canción en contra del presidente Putin y del patriarca de la Iglesia ortodoxa del país, Kirill.
Según la magistrada, las chicas violaron intencionadamente la ley. «Las acusadas eran conscientes de la naturaleza insultante de sus acciones», alegó. «Su intención era atraer la atención del público y crear una amplia resonancia, no solo insultando a los empleados del templo, sino a toda la sociedad, e infringieron daños y ofensas a los fieles de amplio alcance», indicó. Syrova contradijo las alegaciones de las jóvenes y afirmó que no se trató de una acción política. Además, precisó que no mostraron arrepentimiento por su performance conspirativa preparada de antemano. Sin embargo, las acusadas se disculparon al inicio del proceso por posibles ofensas a sentimientos religiosos.
Las muchachas, dos de ellas madres, siguieron el anuncio del fallo visiblemente relajadas desde la jaula de plexiglás en la que se encontraban. Durante el proceso denunciaron reiteradamente condiciones de internamiento indignas.
Polémica en la calle
La Policía detuvo ayer a 60 personas que se manifestaron ante el tribunal que declaró condenó a las tres integrantes de la banda punky. Entre los arrestados se encontraban el crítico con el Kremlin y excampeón del mundo de ajedrez Gari Kasparov y el líder opositor Serguei Udalzov. Cientos de personas esperaron el anuncio de la dimensión de la condena con pancartas de apoyo que pedían la libertad de las tres mujeres. Por su parte, la Iglesia ortodoxa reclamó clemencia «en el marco de la ley» para las jóvenes.
En total, los investigadores presentaron 3.000 páginas sobre el controvertido rezo que duró en torno a un minuto. La Fiscalía solicitó tres años de cárcel para Nadesda Tolokonnikova, de 22 años, Marina Alyojina, de 24, y Yekaterina Samuzevich, de 30 años, mientras que la defensa pidió su absolución. Los abogados de las Pussy Riot apelarán la sentencia en primera instancia. Las acusadas, además, rechazaron el indulto a Putin.