La película Padmaavat se ha estrenado este jueves en medio del despliegue de miles de policías frente a salas de cine del norte de la India. El desencadenante de los altercados es el argumento, que trata las polémicas relaciones de los hindúes con los líderes muslmanes.
El filme cuenta la historia (o leyenda) de una reina rajput del siglo XIII que se suicidó para proteger su honor y el de su familia tras la muerte de su marido, el rey Rana Ratan Singh, a manos del sultán musulmán Allaudin Khilji.
La controversia surgió por una supuesta escena en la que el rey musulmán sueña con lograr el amor de la reina y que ha indignado a los rajput y a sectores del hinduismo radical. Sin embargo, los autores del filme aseguran que esa escena no existe y que su obra está basada en un poema del mismo nombre.
La película debía haber sido estrenada en noviembre, pero entonces se paralizó tras días de protestas y después de que Surajpal Amu, entonces coordinador de prensa del BJP en Haryana, ofreciera 1,5 millones de dólares por la cabeza del director de la película, Sanjay Leela Bhansali, y la intérprete Deepika Padukone.
Ahora, tras pasar la nada flexible censura india y recibir el respaldo del Tribunal Supremo, la película, inicialmente llamada Padmavati, fue proyectada hoy como Padmaavat entre fuertes medidas de seguridad.
A las puertas del pequeño cine Delite Diamond de la capital, hasta 60 policías hacían este jueves guardia mientras algunos curiosos se acercaban a tirar fotos para inmortalizar la llamativa estampa.
Protestas y arrestos
El país lleva días sumido en protestas por parte de hinduistas radicales, que han protagonizado actos de vandalismo, mientras que las autoridades han realizado dos decenas de arrestos.
El director general de la Policía de Haryana, B.S. Sandhu, ha anunciado en una rueda de prensa el arresto, por el momento, de 18 personas implicadas en el ataque el miércoles a un autobús escolar y el incendio de otro autobús urbano a las afueras de Gurgaon, ciudad del estado de Haryana y que forma parte del suburbio de Nueva Delhi.
«Si descubrimos a alguien implicado en actividades ilegales, éste será inmediatamente arrestado y se tomarán acciones estrictas contra él», aseguró Sandhu.
Las escenas de un grupo de niños agachándose en un autobús escolar ante el asedio de los radicales se han repetido este jueves una y otra vez en los medios indios, indignados por la supuesta pasividad de las autoridades.
En varios puntos del norte de la India ha habido a lo largo de la semana protestas con vehículos y material urbano quemado.
Este jueves en Jaipur, capital de Rajastán donde la película no ha sido estrenada, miembros del extremista Karni Sena, grupo que encabeza las protestas, se manifestaban patrullando la ciudad en motos.
En Lucknow, capital de Uttar Pradesh, simpatizantes de esta misma formación se apostaban en cines para llamar al público a boicotear la película, según informaron los medios locales.
Reacciones
En cuanto se reunía un pequeño grupo de más de cinco personas, los agentes de seguridad los separaban rápidamente y les hacían alejarse.
«El productor y el director (de Padmaavat) también son hindúes, ¿por qué deberían deshonrar a su propia religión?», indicó el joven Mohammed Zaid, de 18 años, justo después de comprar su entrada.
Sameer Asif, de 22 años, tampoco entiende las protestas de los extremistas, pues solo se trata de una película «basada en un poema». «Todavía no he visto la película, pero he leído críticas que dicen que han representado con orgullo a los rajputs», explicó Asif, quien cree que puede que lo hagan «para ganar popularidad».
Los políticos tampoco han huido de la polémica. El jefe de Gobierno de Delhi, Arvind Kejriwal, del Partido del Hombre Común, tildó el evento del autobús escolar de «vergonzoso».
«Más desagradable es la complicidad de los gobiernos (estatales) que están permitiéndolo mediante su inacción«, dijo Kejriwal en Twitter.
Por su parte, el viceministro de Asuntos Exteriores, V K Singh, dijo hoy que la «libertad de expresión no da el derecho de falsificar la historia«.
«Nos deberíamos calmar y resolver la situación hablando con quienes están protestando contra la película, debería ser preguntado por sus preocupaciones y objeciones», agregó.
El Tribunal Supremo anunció este jueves que oirá una demanda de desacato contra las autoridades de Haryana, Rajastán, Gujarat y Madhya Pradesh, todos gobernados por el nacionalista hinduista BJP del primer ministro, Narendra Modi, a los que el máximo tribunal advirtió esta semana que debía garantizar el orden público.