Ayer, centenares de musulmanes se manifestaron en las calles de la capital danesa al grito de "Dios es grande", mientras algunos imames hicieron un llamamiento a la calma. Mustafá Chendid, de la Comunidad de la Fe Islámica, dijo que la prensa danesa había confundido la libertad de expresión con la libertad de insulto, pero pidió calma a todos los musulmanes y les invitó a "ofrecer la otra mejilla" en lugar de recurrir a la violencia, que daña el Islam tanto como las viñetas. Durante los disturbios, que se repitieron anoche, también fue incendiado un colegio en la periferia de Copenhague.
La reciente detención de tres hombres que preparaban un atentado contra uno de los autores de las caricaturas de Mahoma que levantaron una gran polémica hace dos años ha sido el detonante de los desórdenes.
Un día después de las detenciones, todos los diarios daneses volvieron a publicar la polémica caricatura en la que se ve a Mahoma barbudo y malcarado, que lleva una bomba como turbante. En Pakistán y Kuwait también hubo marchas antidanesas.