El diputado federal Fernando Belaunzarán propuso despenalizar y regular la eutanasia activa con el objetivo de que los enfermos terminales puedan decidir de manera soberana si prolongan o no su agonía ante sufrimientos insoportables.
El planteamiento del legislador perredista parte del principio de que la libertad y la igualdad son derechos humanos fundamentales que debe garantizar todo Estado laico.
Belaunzarán Méndez argumentó que tal principio debe ser reconocido en favor de quienes estén en fase terminal y deseen ponerse en manos de un profesional médico para poner fin a su vida en condiciones dignas porque ya cualquier procedimiento curativo es inútil y vivir les es tan doloroso que sólo les produce sufrimiento insoportable.
Recordó que mediante una iniciativa de reforma a la Ley General de Salud y al Código Penal Federal desde 2009 está regulada la Eutanasia Pasiva bajo el nombre de “Cuidados Paliativos” aunque, a su decir, el mismo ordenamiento se contradice al penalizar la eutanasia como tal y en general bajo el nombre de “homicidio por piedad”.
De cualquier modo, aclaró, esa reforma de 2009 reconoce prácticas propias de la “eutanasia pasiva”, consistente en la decisión libre y soberana del enfermo desahuciado a suspender o evitar tratamientos curativos ya innecesarios. “Tengo la convicción de que cada persona es dueña de su propio cuerpo y de su propia vida; que todos los seres humanos tenemos derecho a vivir con dignidad y que, como personas conscientes, tenemos el derecho a asumir plenamente la responsabilidad de nuestra existencia y decidir en libertad sobre ella”, externó.
Sustentó que en situaciones límite por padecimientos incurables en etapa terminal, cuando el dolor y el sufrimiento físico y psicológico son ingentes una opción humanitaria es poder elegir entre seguir viviendo en esas condiciones o bien poner fin a ese sufrimiento junto con la vida.
El legislador perredista expresó respeto a las libertades y las creencias de otros ciudadanos, creyentes o no de algún culto religioso, para quienes la eutanasia significa un homicidio. Pero bajo el principio de la igualdad, aseveró, debe persistir igual respeto a otras creencias y a la libertad de cada persona a decidir, sobre todo cuando se encuentre en una situación mencionada.
Insistió que el Estado debe garantizar los derechos humanos de todos, apegarse a su carácter laico estipulado en la Constitución, garantizar aquella libertad de decisión, no someterse a determinada moral o visión religiosa y tratar a todos sus ciudadanos bajo el principio de la igualdad, sin discriminación alguna.
Con ello, subrayó, la eutanasia activa se convierte en una opción para el enfermo terminal, quien según sus creencias podrá decidir de forma libre si prolonga o no su agonía. En la argumentación de su iniciativa Belaunzarán Méndez citó diversos artículos de la Constitución, experiencias en otros países y convenios y tratados internacionales signados por el Estado mexicano. Enfatizó que “lo fundamental es que nuestras leyes no estén impregnadas de un sesgo que privilegie a ciertas creencias religiosas y con ello se someta a otra parte importante de la sociedad, a los que no compartimos esa forma de entender la vida porque tenemos nuestras propias convicciones éticas”.