La partida con la que este año está dotado el acuerdo es de 600.000 euros y, al igual que en la anterior convocatoria, 400.000 euros serán aportados por la institución provincial
El conocido como ‘convenio de las goteras’ ha sido nuevamente rubricado por el presidente de la Diputación, César Rico, y el arzobispo de Burgos, Francisco Gil Hellín.
Durante la firma, ambos han insistido en la necesidad de que la Junta de Castilla y León retome su participación en este acuerdo que pretende «restaurar un patrimonio que no solo pertenece a la provincia de Burgos, sino a toda la Comunidad», manifestó Rico.
La partida con la que este año está dotado el acuerdo es de 600.000 euros y, al igual que en la anterior convocatoria, 400.000 euros serán aportados por la institución provincial y 200.000 por la Diócesis. Pero como ocurrió en el pasado ejercicio, resultará imposible atender todas las demandas, aunque Rico apuntó que estas ayudas permitirán realizar en torno a 30 actuaciones de las casi 180 solicitudes recibidas. Por ello, el presidente de la Diputación resaltó la importancia de que colabore la Junta por ello supondría unas 15 actuaciones más al año.
Además, Rico señaló la importancia de mantener este convenio, que ya es una tradición de 20 años, por la gran cantidad de templos que han sido restaurados. En total, a lo largo de estas dos décadas se han realizado más de 1.100 actuaciones y se han invertido más de 16 millones de euros. Lo que no significa necesariamente que se hayan restaurado 1.100 iglesias, ya que algunas requerían obras tan importantes que han recibido ayudas en ejercicios sucesivos.
En breve se abrirá el plazo para que los municipios presenten sus solicitudes. Después comienza el trabajo de la comisión de seguimiento, órgano encargado de proponer las actuaciones a realizar y de velar por su correcto cumplimiento. La asignación de las subvenciones se ajustará a un orden de prioridades como el valor arquitectónico, la gravedad de los daños, la urgencia de la intervención, el uso del inmueble, la fase de ejecución de la restauración y la implicación de la localidad. Al respecto, Gil Hellín declaró la importancia de las aportaciones voluntarias y la colaboración vecinal en las obras, lo que en su opinión, «aumenta la eficacia de las inversiones». Además, para la aprobación de estas actuaciones, se precisa que la entidad local o la parroquia afectada aporte, al menos, el 30% del coste total del presupuesto de intervención.
El objetivo del ‘convenio de las goteras’ es conservar iglesias y ermitas que no están calificadas oficialmente como monumentos pero que, no obstante, forman parte del patrimonio arquitectónico provincial. Por esta razón, tanto Rico como Gil Hellín se han mostrado satisfechos con la renovación del acuerdo y, además, apuntaron que estos bienes atraen y fomentan el turismo rural, una fuente de desarrollo económico para toda la provincia.
El presidente de la Diputación, César Rico (i), el vicario Andrés Picón (c) y el arzobispo, Francisco Gil Hellín. Jesús J. Matías
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