El grupo municipal de Esquerra Unida en el ayuntamiento de Pollença presentará en el pleno de hoy una moción que insta a la institución local a retirar el crucifijo que está colgada en la pared frontal de la sala de plenos al considerar que "en un estado aconfesional las instituciones públicas no deben representar ninguna religión en concreto".
El regidor de este partido en el consistorio pollencí, Pepe García, ha decidido presentar una moción reclamando la retirada del crucifijo debido a la "falta de actuación del equipo de gobierno" en las anteriores demandas en este sentido planteadas por EU. "En una sociedad cada vez menos creyente y más multicultural, lo mejor que puede hacer el Ayuntamiento es adaptarse a los nuevos tiempos y dejar la iglesia para los practicantes", afirma.
La demanda de EU no se ciñe únicamente al crucifijo en cuestión. A su entender, "la tradición no puede obligar a la corporación municipal a asistir a unos actos dirigidos a los fieles católicos", opina García, quien explica una anécdota relacionada: "En la última edición de la Patrona tuve que esperar al resto de la corporación municipal a la salida de la misa, cuando una vecina me dijo que mi deber era haber acudido al oficio, pero era un acto dirigido exclusivamente a los creyentes". El regidor de EU también manifiesta su "sorpresa" cuando vió el crucifijo por primera vez, el día de su boda en la sala de plenos. "Es chocante que en el lugar de celebración de los matrimonios civiles esté colgado el símbolo de la iglesia cristiana, cuando yo había elegido precisamente un espacio civil para no casarme por los rituales de la citada iglesia".