La casilla del IRPF no es el único privilegio que tiene la Iglesia. Solo un tercio de los contribuyentes se declara católico en la Renta, pero todos los españoles pagamos
1. ¿Cuántos católicos hay en España? La respuesta más exacta está en la renta: en los datos de la casilla de la Iglesia en el IRPF. Son bastante menos de los que algunos creen: apenas un tercio de los contribuyentes españoles. Solo el 32,3% se declara como católico ante Hacienda, según los datos más recientes. La inmensa mayoría, el 67,68%, se niega a apoyar a la Iglesia Católica con sus impuestos.
Esa mayoría de dos tercios paga igualmente a la Iglesia. Aunque no quiera.
2. La casilla del IRPF sale gratis a quien decide ‘donar’ parte de sus impuestos a la Iglesia. No supone ningún esfuerzo. En otros países, como Alemania, tachar esa casilla implica pagar más impuestos: entre un 8% y un 10% adicional, que el Estado recauda y entrega a la Iglesia que corresponda. No así en España, donde ‘escoger’ que el 0,7% de tus impuestos se destine a la Iglesia se paga con la caja de todos. Sale barato a los feligreses, y caro al resto de los españoles.
3. En 2018, la Iglesia recaudó 284 millones de euros por medio de la casilla del IRPF. Es el récord histórico en dinero, que no en el número de contribuyentes. La Iglesia gana más porque la recaudación total ha aumentado, pero está perdiendo fieles y peso en la sociedad española. En el año 2015, eran el 35,2% de los contribuyentes. Hoy son casi tres puntos menos: el 33,3%.
4. ¿En qué se gasta ese dinero? La mayor parte va a pagar los salarios de los curas y obispos, pero un pellizco importante se lo lleva Trece TV: esa televisión conservadora que apenas ven el 2% de los espectadores. En los últimos años, la Iglesia ha gastado allí más de 82 millones de euros recaudados con la casilla de la Renta.
Los obispos gastan en Trece TV unos 11 millones anuales de la Renta. Casi el doble de lo que emplean en Cáritas, donde solo invierten seis millones, según sus propios datos.
5. Que el dinero público que los obispos recaudan con la renta sirva para financiar un canal de televisión privado es una anomalía de dudosa legalidad. Según ha señalado el Tribunal de Cuentas en un informe desvelado por eldiario.es, los obispos están incumpliendo las leyes europeas, que prohíben taxativamente financiar de esta forma negocios privados.
6. La casilla en el IRPF no es el único privilegio fiscal de la Iglesia. De hecho, ese dinero es solo una cuarta parte de sus ingresos directos. Otros 113 millones de euros al año salen del “patrimonio cultural” de la Iglesia: de la taquilla de monumentos como la Mezquita de Córdoba, unos edificios que gestiona la Iglesia pero cuyo mantenimiento paga el Estado. Los obispos también recaudan unos 329 millones al año por donativos y aportaciones de sus fieles, como cobros por expedientes matrimoniales y bautizos. Es una actividad muy lucrativa, por la que no pagan impuestos.
7. La Iglesia también gana 122 millones al año por alquileres e inversiones. Pisos, garajes o edificios enteros por los que no pagan IBI, ni tampoco otros impuestos.
8. El dinero público también llega a organizaciones de la Iglesia a través de la educación concertada. No es una cantidad pequeña. Es un negocio de 6.000 millones de euros al año y el 70% de los alumnos de la concertada estudia en colegios religiosos.
9. El Ministerio de Educación también paga unos 100 millones de euros anuales por la asignatura de Religión en los colegios públicos. Estos profesores son los funcionarios más anómalos que existen en España: paga el Estado, pero es la Iglesia quien los nombra o los despide.
10. En el Concordato de 1979, la Iglesia se comprometió a autofinanciarse: a “lograr por sí misma los recursos suficientes para la atención de sus necesidades”. Desde entonces, han pasado más de cuatro décadas. Y así estamos.