Los hombres que entraron en el recinto religioso gritaban “¡Viva el dios Ram!”, según una autoridad
La Policía detuvo este lunes a 6 hombres -al menos uno de ellos es líder de un grupo radical hindú– por actos violentos contra una iglesia y un colegio católicos durante el fin de semana en la India, suceso que coincide con la polémica existente en el país asiático a raíz de los ataques recientes a cristianos.
Los actos violentos contra el centro religioso y la escuela, en los que se destruyó mobiliario como puertas y ventanas, tuvo lugar en la noche del viernes en Jabalpur, en el Estado de Madhya Pradesh, dijo a Efe la superintendente de la Policía local, Isha Pant. Según Pant, uno de los detenidos es Yogesh Agrawal, líder del grupo radical hindú Dharam Sena, quien junto a otros asaltantes se encararon con parte del personal del complejo católico y les amenazaron por supuestamente convertir a fieles hindúes al cristianismo, aunque no se produjeron enfrentamientos.
Una de las autoridades del centro religioso, el padre Thankachan Jose, explicó a la agencia estatal india PTI que los hombres que entraron en el recinto religioso gritaban “¡Viva el dios Ram!” (uno de las deidades principales de la mitología hindú), mientras les acusaban de fomentar las conversiones al catolicismo. “Aunque la Constitución nos garantiza la libertad religiosa, ésta es violada abiertamente”, sentenció Thankachan. Los seis detenidos fueron liberados bajo fianza.
El ministro del Interior indio, Rajnath Singh, aseguró hoy durante una conferencia anual sobre minorías en Nueva Delhi que “la India es un país que respeta todas las religiones y cree en la convivencia pacífica”, de acuerdo con su cuenta oficial de Twitter. “Creo que las minorías de nuestro país son patriotas, por lo que su patriotismo no debería ser cuestionado. (El Gobierno) no quiere que las minorías sientan miedo y se ha comprometido en asegurar que se sientan seguras”, sentenció Singh.
A raíz de los ataques a iglesias católicas durante los últimos meses en Nueva Delhi, el primer ministro indio, Narendra Modi, llegó a asegurar en febrero que su Gobierno no aceptará “la violencia contra ninguna religión bajo ningún pretexto”. Sin embargo, esos ataques a iglesias católicas han seguido produciéndose, a lo que se han sumado sucesos que han creado gran indignación entre la minoría cristiana en la India, como la violación de una monja de 71 años este mes en el estado de Bengala. Unos 24 millones de cristianos viven en la India, el 1,2 por ciento de sus cerca de sus 1.250 millones de habitantes, especialmente en estados del noreste y del sur o en su capital, Nueva Delhi.