La Guardia Civil ha detenido en Barcelona a un joven de 18 años supuestamente relacionado con Dáesh que mantenía conexiones con yihadistas de otros países tras detectar que venía realizando una intensa actividad propagandística en favor del terrorismo. Según apuntan fuentes de Información a El Independiente, mantenía lazos con miembros de ISIS-K, el presunto grupo que atentó recientemente en una sala de conciertos en Moscú que dejó 137 muertos. Esta filial del terrorismo islámico también se conoce como «Estado Islámico de Jorasán».
El detenido, nacido en España en 2005 y de padres marroquíes, mantenía contactos con detenidos por radicalismo islámico en distintos puntos de el mundo. Entre las comunicaciones detectadas hay varias con un arrestado en Ottawa, Canadá, y con cuatro yihadistas detenidos en Suecia. Las convesaciones con estos últimos, que tenían planeado atentar, se intensificaron en las últimas dos semanas. Estos hechos, unido al ataque en Moscú, han precipitado la operación.
Según ha informado la Dirección General de la Guardia Civil, la cooperación nacional e internacional ha sido fundamental en esta operación debido a las importantes conexiones que el arrestado tenía con otros terroristas asentados en Asia, Europa y Norteamérica. Han participado los servicios de seguridad suecos, franceses y la Europol. En España ha participado activamente el Centro Nacional de Inteligencia (CNI). La operación ha sido dirigida por el Juzgado Central de Instrucción nº4 y Fiscalía de la Audiencia Nacional.
A través de sus perfiles en redes sociales, el detenido difundía y traducía abundante contenido yihadista sobre actividades terroristas llevadas a cabo en diferentes escenarios y material idóneo para la fabricación de explosivos.
La operación se inició el pasado año, cuando los agentes detectaron a una
persona que se estaba radicalizando y utilizaba plataformas de mensajería
instantánea encriptadas para mostrar su apoyo activo en favor de la
organización terrorista Dáesh.
Los agentes han podido acreditar que las actividades que realizaba
en sus perfiles estaban planificadas de una forma coherente y coordinada con
una clara vocación para ganar adeptos y lograr un apoyo real y efectivo a
Dáesh, y buscar una mayor difusión realizando muchas de estas
publicaciones.
Desde la elevación al nivel 4 de Alerta Antiterrorista el pasado 26 de junio de 2015, la Guardia Civil ha potenciado todas las investigaciones relacionadas con este tipo de actividades realizadas en el ámbito del ciberespacio, que claramente suponen un apoyo a las estructuras de propaganda, captación y financiación, de las que dependen los grupos terroristas.