El alcalde dice que el cierre será definitivo en caso de reincidencia
El Ayuntamiento de Lleida aceptó ayer, mediante un decreto de alcaldía, la reapertura de la mezquita de la calle del Nord, clausurada de forma cautelar desde el 21 de julio, por haber superado el aforo máximo permitido.
La alcaldesa accidental de la ciudad, Marta Camps, explicó que han tomado esta decisión después de aceptar parcialmente una de las siete alegaciones presentadas por la comunidad musulmana. En concreto, «la que expresa su compromiso de controlar en la misma entrada del local el aforo», limitado a 240 personas.
La concejala de Seguridad Ciudadana, Sara Mestres, alertó, como ya hizo a principios de esta semana el alcalde, Àngel Ros, de que en caso de que se vuelva a detectar un exceso de aforo en la mezquita, el ayuntamiento «tendría que valorar» el cierre permanente de la mezquita por acumulación de faltas. Mestres, aseguró que, además de las medidas que adopte la comunidad musulmana, «la Guardia Urbana también hará un estricto control del aforo del local y los fieles en ningún caso podrán ocupar el espacio público para rezar».
Camps explicó, por otro lado, que la comunidad islámica, que ayer volvió a congregarse para rezar en un pabellón del parque municipal de los Camps Elisis, todavía no ha renunciado por escrito al terreno cedido para la construcción de una nueva mezquita. Al margen de la reapertura del oratorio de la calle del Nord –a todas luces pequeño para albergar a la comunidad islámica–, Ros reiteró al colectivo que debe encontrar una solución definitiva y en condiciones para sus liturgias.