El primer trimestre del año dispara el número de uniones civiles aunque en el verano el porcentaje baja al 69% Los matrimonios por la iglesia están cayendo en picado desde 2007
Las bodas de blanco y en la iglesia parecen llamadas a ser algo simbólico. Y es que los matrimonios religiosos se desploman en Euskadi y las uniones civiles ya suponen nueve de cada diez. Así lo corroboran los datos del Eustat que ponen de manifiesto que el 92,7 % de los 921 matrimonios celebrados en la CAV en el primer trimestre de 2014 fueron civiles, una cifra ligeramente superior al 90,8 % del mismo periodo del año 2013.
La mayor proporción de enlaces civiles se da habitualmente en los primeros meses del año, ya que en los meses de verano pierden relevancia frente a los religiosos, aunque siguen siendo mayoritarios. Así, en julio, agosto y septiembre de 2013 las bodas civiles fueron el 68,5 % del total, casi 25 puntos menos que entre enero y marzo de este año, un porcentaje que refleja los profundos cambios sociales que se han producido en las últimas décadas.
Según los datos difundidos por el Instituto Vasco de Estadística, en el primer trimestre de 2014 Bizkaia fue el territorio con mayor proporción de enlaces civiles con un 93,9%, seguida de Gipuzkoa, con un 92,8 %, y de Araba, con un 88,1%. Estas cifras confirman que la actividad matrimonial de Euskadi en el ámbito religioso se encuentra en mínimos históricos.
Los dígitos denotan la escasa vinculación de las nuevas generaciones con la Iglesia y sus ritos. De hecho, fue en 2007 cuando se produjo el punto de inflexión y comenzó el declive de los enlaces por la Iglesia. Pero también revelan la crisis que atraviesa el matrimonio que el año pasado cayó en nueve puntos. Por eso resulta significativo que en el primer trimestre los matrimonios crecieran un 7,6 % con relación al mismo periodo de 2013, cuando se formalizaron 856 enlaces, aunque disminuyeron un 32,1 % en comparación con el último trimestre de ese mismo año (1.356).
Contrajeron matrimonio 895 hombres, de los cuales 749, el 83,7 %, se casaron por primera vez, aunque ocho viudos y 138 divorciados volvieron a contraer nupcias. En el caso de las mujeres, 887 se casaron entre enero y marzo. De ellas, 756 (el 85,2 %) lo hicieron por primer vez, mientras que las viudas fueron cinco y las divorciadas 126.
secularización y modernización Además de una progresiva secularización de la sociedad que conlleva una modernización de las relaciones, como las parejas de hecho, también se constata un aumento de la edad de los contrayentes, otro fenómeno en alza a lo largo de los últimos años. De hecho, el 88,5 % de los hombres tenía más de 30 años, porcentaje que baja hasta el 82,1 % en el caso de las mujeres.
En ambos casos ha crecido la prevalencia de mayores de treinta en comparación con los tres primeros meses de 2013, cuando los valores eran del 86,2 % para los hombres y del 80,4 % para las mujeres.
En el primer trimestre de 2014, el 17,2 % de las esposas y el 12,8 % de los maridos tenían nacionalidad extranjera. Entre las esposas, este porcentaje ha aumentado un 1,6 % en relación con el mismo periodo del año pasado, mientras que, sin embargo, se ha reducido en apenas dos décimas entre los esposos.
De las 921 bodas celebradas entre enero y marzo, 19 fueron entre personas del mismo sexo, una cifra inferior a las 22 del año anterior. Catorce de estas uniones fueron entre mujeres y cinco entre hombres.
Este es otro dato que dibuja un panorama nuevo y que abunda en la idea de que las generaciones nacidas a partir de los años 80 han abandonado las estructuras religiosas, es decir las directrices que marca la jerarquía eclesiástica. También se trata de una tendencia que en el resto de Europa empezó mucho antes y que en España coge ahora velocidad de crucero.Una vez llevado a cabo el enlace, ya sea civil o religioso, las estadísticas no olvidan poner de manifiesto que, en caso de ruptura, la duración media de la pareja es de nueve años largos.
Boda civil en el Salón Árabe del Ayuntamiento de Bilbao. (DEIA)
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