Varios cientos de mujeres y niños se manifestaron hoy por las calles de Mogadiscio en protesta contra Al Shabab -milicia local vinculada a Al Qaeda- que continúa violando las tumbas de líderes religiosos sufíes (místicos del Islam).
Esta corriente filosófica sufí es seguida por un 80 por ciento de los somalíes, contrarios a Al Shabab.
El grupo Al Shabab sigue a la secta wahabí que pretende imponer una versión del Islám basada en una interpretación extremista de la "Sharía" (ley islámica), y en las áreas bajo su control ha ejecutado por lapidación a adúlteros (en su mayoría mujeres), amputado manos y pies a ladrones y flagelado a transgresores menores.
"Poned fin a la eliminación de nuestra historia, sois una organización terrorista"; "Al Shabab es el hijo de Satán" y "Al Shabab está contra la religión islámica", gritaron los manifestantes, que también portaban carteles con lemas de repudio al grupo guerrillero que intenta derrocar al Gobierno Federal de Transición (TFG) de Somalia.
Los manifestantes, protegidos por soldados gubernamentales que hacían disparos al aire, comenzaron su marcha divididos en tres grupos desde los distritos de Bondhere, Shibis y Shangani para reunirse en la plaza Daljirka Dahsoon, cerca del palacio presidencial en el norte de Mogadiscio.
En las pasadas semanas, los insurgentes de Al Shabab exhumaron los restos mortales de una decena de jeques, considerados como santos por la población somalí, y destruyeron algunas tumbas, que según portavoces rebeldes habían sido decoradas y constituían "idolatría", según los estrictos postulados religiosos del grupo.
Al Shabab anunció hoy que ha terminado la exhumación de los restos de los líderes sufíes y se dedicará ahora a la destrucción total de las tumbas y lo que tildó de "limpieza del legado histórico de los santones".
"Hemos completado la primera fase, la exhumación, y ahora comenzamos la segunda: la destrucción total de los lugares", dijo en rueda de prensa en esta capital el líder del grupo de Al Shabab encargado de esa tarea, Sheikh Abdirashid Abu Yonis, quien subrayó que "los santones fueron adorados por la población; no podemos aceptar eso, el pueblo debe adorar a Ala".
Por su parte, Ahlu Sunna Waljamaa, una organización sufí relativamente moderada que ha unido sus fuerzas al TFG para luchar contra Al Shabab, reiteró hoy que expulsará de Somalia a este grupo extremista.
"Al Shabab quiere eliminar la historia del pueblo de Somalia, al que quiere convertir a su ideología, pero nunca los aceptaremos y lucharemos para expulsarlos del país", dijo el portavoz de Ahlu Sunna Waljamaa, jeque Abdulahi Abu Yusuf Alqadi, quien hizo un llamamiento a todos los somalíes a "unirse en esta lucha a fin de que terminemos con los insurgentes lo antes posible".
Somalia se encuentra inmersa en el caos político y militar desde 1991, cuando líderes de clanes tribales, conocidos como "señores de la guerra", derrocaron al gobierno del dictador Siad Barré y se dividieron el país con ayuda de milicias armadas.
La crisis empeoró a partir de 2006, cuando la antigua Unión de Tribunales Islámicos (UTI) entró en el conflicto con ayuda de su ala armada, Al Shabab, que lanzó una "yihad" (guerra santa) a la que se unieron luego otros grupos integristas islámicos menores.