Una profesora de un colegio estatal obliga a sus alumnos a rezar, a pesar de que algunos no comparten esas creencias.Dos madres vienen reclamando y están a punto de presentar un amparo en la Justicia.
Nuria tiene 12 años y dice que es agnóstica (no cree en Dios), al igual que su madre. Por eso no le gusta que en la escuela le den clases de religión y la obliguen a rezar. Un día cambiaron los planes educativos y la materia desapareció del programa. Pero eso era apenas un detalle aparente, porque en realidad sólo había cambiado de nombre. Ahora se llama formación moral. La profesora llegó con las imágenes de Jesús y de la Virgen María, las puso en el escritorio. "Pongan las manitos así -les dijo- y empiecen a rezar". Nuria se paró, pero con las manos sobre el pupitre. Entonces la docente le ordenó que las juntara en posición de plegaria.
La escena se produjo en la escuela secundaria estatal ESEA (de educación artística), ubicada en España y Muñecas, San Miguel de Tucumán. Pero similares situaciones son habituales en la mayoría de las escuelas estatales de esta provincia, sobre todo en las del nivel primario. Por ejemplo, en la escuela Rivadavia (24 de Setiembre y Salta), la directora hace rezar el Avemaría a toda la comunidad escolar antes de entrar a clase. Y en la escuela Presidente Roca, de 25 de Mayo y España, además del lapso dedicado a las plegarias durante el ingreso a clases, en Semana Santa realizan la ceremonia del Via Crucis dentro del establecimiento.
Después de haber pedido verbalmente que no obligaran a su hija a rezar, Nélida Anastasio presentó una nota formal a la escuela. "Mi hija me contó que la profesora los tuvo 15 minutos parados, explicándoles de Jesús y todo lo demás. Hacía esto sin tener en cuenta que en el curso hay chicos adventistas y judíos -explicó Anastasio-. Les dije por escrito que la formación moral no es necesariamente religiosa; es algo que se le da al chico en la casa. Y se lo forma dentro de la religión que cada uno tiene. La escuela está para educarlo. Pero según dice la docente, a ella desde el Ministerio de Educación le exigen que sea maestra de religión para enseñar formación moral. Y que todos los docentes de esa materia están supervisados por la Junta Arquidiocesana de Educación Católica".
Si bien la enseñanza religiosa en escuelas estatales va en contra del espíritu de la Constitución nacional y de la Ley de Educación argentina, en Tucumán aprobaron hace poco una ley provincial que impone la enseñanza del catolicismo. "Eso es un negociado entre la Iglesia y el Gobierno provincial -denunció la mujer-. Cuando se trató la nueva ley, la Iglesia impuso una condición: si querían que se enseñara educación sexual, tenían que enseñar también catolicismo. Resulta que el catolicismo se está enseñando, disfrazado de educación moral, pero educación sexual no. Los chicos no tienen noción, porque no hay un docente para esa materia".
Después de haber sido notificada, hace unos 20 días, la profesora de la ESEA no se dio por aludida y continuó con la práctica de los rezos, según relató Anastasio. Con la salvedad de que ahora les pidió a los chicos que levantaran la mano los que son de otra religión. "Bueno, ustedes no recen", dijo. Pero a Nuria la llamó aparte y se desarrolló el siguiente diálogo:
¿Vos de qué religión sos? – Soy atea. ¿Cómo que sos atea? ¡Tenés 12 años! ¡No puede ser que no creas en Dios! Creo en la Pachamama. ¿Y quién es la Pachamama? – Es la madre tierra, la que me da de comer todos los días. Pero en tu casa, ¿tus padres son ateos? – En mi casa, mi papá es católico. Pero él no vive conmigo. Pero vos ¿sos bautizada?
Sí. Porque mi papá pidió que me bauticen. Y mi mamá, respetando eso, me bautizó. Entonces vos sos católica. Porque ya tenés la cruz de Cristo en la frente. Si usted la ve a la cruz, bórremela, porque yo no la veo.
Si bien hay muchos padres que están en contra de la educación religiosa en las escuelas, son muy pocos los que se animan a reclamar un cambio, según advirtió Anastasio. "Vivimos en una provincia muy conservadora, donde la mayoría son católicos -señaló-. El que no lo es, tiene miedo de reclamar por sus derechos e ir en contra de lo que le imponen. La nuestra es una sociedad muy temerosa. Se expresan en una reunión de padres, pero a la hora de firmar una presentación escrita tienen miedo, más que nada por las posibles consecuencias que podrían sufrir sus hijos". Como ejemplo, recordó el caso de otra madre que reclamó por escrito contra la discriminación y tuvo gran cantidad de problemas. Terminó retirando a su hija de la escuela. "En algún momento hicimos denuncias juntas y ahora el Ministerio emitió una resolución en contra nuestra, diciendo que nada de lo que nosotros denunciamos es verdadero. Por lo tanto, le dan la orden a la dirección que se nos denuncie por calumnias e injurias -contó-. Ella comenzó antes que yo, hace dos años, con las denuncias contra la enseñanza católica en la escuela. Fue al Inadi y a la Defensoría del Pueblo, pero nunca tuvo ningún resultado".
¿Usted sabe si en el resto del país se da la misma situación?
- Las únicas provincias del país que tienen enseñanza católica en las escuelas públicas son Salta, Catamarca y Tucumán. En otras provincias, como por ejemplo Córdoba, tienen la materia formación moral pero la ven desde la diversidad. No enseñan catolicismo específicamente. Es algo así como historia de la religión ¿Por qué el Ministerio impone que el maestro de formación moral sea un maestro de religión? Antes a nosotros nos enseñaban formación moral y cívica, muchos de los profesores eran abogados. A mí me encantaba, sabía muchísimo. Hoy a los chicos les preguntan de política, de cuestiones cívicas, y no saben nada. No les enseñan nada. A la ministra le encanta hacerle ver a la Nación que ella hace bien los deberes. Pero en la práctica es totalmente distinto. Se habla de inclusión, a nivel nacional. Pero en diciembre aquí se emitió una reglamentación por la que se excluye a los padres del acuerdo de convivencia, donde venía participando toda la comunidad escolar. Y así como eso, en la ESEA hubo muchos actos de discriminación y maltrato que hemos denunciado con otra madre. Por ejemplo, a los chicos dirigentes del centro de estudiantes, que egresaron el año pasado, la directora los acusó de traidores a la patria. Los chicos habían puesto afiches para difundir el tema de la toma de escuelas en Buenos Aires (en 2010, reclamando por deficiencias edilicias).
Respecto de las denuncias que hubo contra la ESEA, no solamente abarcan el terreno de la religión sino también se refieren a hechos de discriminación por razones de características físicas. Cuentan las madres que una profesora de danza concurre a la escuela llevando una balanza portátil y una cinta métrica. Con ellas pesa y mide a las niñas. No les permite tomar clase de danza a aquellas que exceden determinado índice de masa corporal.
Se desconoce qué resultado tuvieron los reclamos formales que realizó una de las madres ante el Inadi, porque no quiso formular declaraciones. Tampoco el Inadi proporcionó información sobre el tema, en razón de que la delegación local de la institución se encuentra sin director actualmente, según explicó la encargada de prensa Emilia Muñoz.
El Inadi Tucumán viene recibiendo denuncias desde hace varios años contra la discriminación religiosa en las escuelas
La ex delegada del Inadi en Tucumán, Graciela Cárdenas, comentó que durante su gestión hubo numerosas consultas y denuncias sobre el tema de la discriminación en las escuelas por razones religiosas. “A los chicos que no son católicos, los sacan de la clase durante la hora de religión -dijo-. Eso es altamente discriminatorio”.
Cárdenas mencionó que la anterior titular del Inadi a nivel nacional, María José Lubertino, ponía énfasis en la defensa de la educación pública, gratuita y laica. "Trabajábamos por el cumplimiento del Plan Nacional contra la Discriminación, donde se habla de esto. Es una de las deudas del Estado nacional para con las libertades de culto de los ciudadanos -señaló-. Lo que hacíamos era hablar con la persona, organizábamos charlas y foros de discusión para tratar de transformar esto, que nos parecía una discriminación, porque consiste en la exclusión de un derecho de una persona. Significa un prejuicio y un perjuicio contra el que no es católico".
Por su parte, otra ex delegada del Inadi Tucumán -María Teresa Ivankow- explicó que los pactos internacionales de educación establecen que los padres tienen la libertad de elegir qué clase de colegios quieren para sus hijos y tienen derecho a la identidad de religión. “La Ley Argentina de Educación de 2005 fue muy clara. Reconoce la pluralidad de religiones. Es decir que, si en la escuela se enseña una religión, se deben enseñar todas -aclaró-. En el caso de la ley provincial, es distinto. Hemos participado en una sola reunión previa a la sanción de la ley provincial y hemos tenido grandes diferencias con la ministra de entonces, Susana Montaldo. El Estado no puede inmiscuirse en cosas que pertenecen al ámbito privado de la persona y su familia”.
En el Plan Nacional contra la Discriminación, un documento de diagnóstico y propuestas elaborado en 2004 por una comisión de expertos convocados por el Inadi nacional, consigna que existe en la Administración Pública una “actitud” implícita de considerar a la Iglesia Católica como la única institución religiosa aceptable, y que ese enfoque se transmite a la sociedad.
“Se dice que la educación pública es laica, sin embargo, tanto en escuelas como en otras oficinas educativas aparecen exhibidos crucifijos y en muchos establecimientos escolares se hacen oraciones según el rito católico -explica el documento-. Esta objeción se extiende a la presencia de simbología religiosa católica (altares, crucifijos, vírgenes, etc.) en despachos judiciales u oficinas administrativas que deciden sobre los comportamientos y las obligaciones de todas las personas. La voz 'sectas' es habitual para referirse a las confesiones protestantes y lleva consigo una carga peyorativa”.
En Salta, un juez ordenó que se deje de dictar religión como materia obligatoria
Hace pocos meses, la Justicia de Salta le dio la razón a un grupo de padres que solicitaron un recurso de amparo a fin de que la escuela donde concurren sus hijos cese las prácticas rituales católicas y la enseñanza del catolicismo en las aulas. Una de las abogadas patrocinantes, Gabriela Gaspar, manifestó durante una entrevista televisiva los siguientes conceptos: – El amparo presentado ante la Justicia salteña denunciaba como práctica discriminatoria y contraria a los derechos civiles el hecho de retirar de la clase de religión a determinados niños -por no ser católicos- y darles un trato diferente a los demás, un trato excluyente. El Estado respondió que no considera a esto una discriminación, sino el ejercicio del derecho de una mayoría. Pero en esa respuesta quedó en evidencia que efectivamente se estaba hablando de una diferencia.
Ante la Justicia, los padres pidieron que se deje de dictar dentro de la currícula obligatoria, y dentro del horario de clases, la educación religiosa. Pero además denuncian que hay una serie de prácticas que se instauraron en las escuelas como obligatorias. Por ejemplo, el rezo inicial al entrar, la oración antes de cada tarea por parte de la maestra de grado, la bendición de los alimentos, en el caso de los niños de jardín. En consecuencia, el juez Marcelo Domínguez, en su fallo, ordena el cese inmediato de toda práctica religiosa católica en las escuelas públicas. Y que se dicte historia de las religiones, pero con una visión neutral, objetiva y ética.
A fin de no lesionar los derechos laborales de los docentes de religión, los padres pidieron que la materia sea optativa, que se dicte fuera del horario normal de clases y que el Estado garantice la pluralidad religiosa. Es decir, que se dé para todos los credos. Frente al argumento de las autoridades de la necesidad de “enseñar valores” a los niños, Gaspar señaló que se trata de educar en valores universales y hay que analizar qué se entiende como tales valores.
Tanto la iniciativa de los padres como la respuesta favorable de la Justicia muestran una toma de conciencia por parte de la sociedad respecto de la vigencia de los derechos humanos consagrados internacionalmente. “Aquí tenemos que hablar de no discriminación, que es uno de los principios fundamentales”, dijo la abogada.
En cuanto a la aplicación efectiva del fallo, hubo por parte del Estado una expresión de voluntad, pero en los hechos todavía no se vieron resultados concretos. Y a pesar de que el fallo no hace lugar al pedido de inconstitucionalidad del decreto que auspicia la educación católica, los demandantes apelaron ante la Justicia nacional.
Crucifijo en una escuela pública argentina
Archivos de imagen relacionados