El Observatorio de la Laicidad dice que la presencia de estos funcionarios «se hace en calidad de tales y uniformados como funcionarios del Estado».
El Observatorio denuncia que la presencia de estas autoridades "además de ser anacrónicos", suponen una vulneración "de los principios de neutralidad y aconfesionalidad del Estado, así como una discriminación de unas convicciones, sean creencias religiosas o no, sobre otras".
Reclaman que hay que regular la presencia de autoridades y funcionarios públicos, para que "en cuanto tales no puedan asistir a ceremonias y actos religiosos" Para el Observatorio si la autoridad quiere asistir a una procesión católica debe hacerlo "a título personal y no representativo del cargo o función que ostenten".
"Las personas a título personal pueden y tienen derecho a manifestar sus convicciones sean religiosas o no", apuntan desde el Observatorio de la Laicidad, "pero los funcionarios, las instituciones y las autoridades no pueden, en cuanto tales, apoyar con su presencia una opción particular, sin atentar a la aconfesionalidad del Estado y su neutralidad ante las distintas opciones de conciencia que pueda tener la ciudadanía".
Para ellos la presencia de estas autoridades, del ejercito o de las fuerzas y cuerpos de seguridad nos lleva "a épocas medievales y del nacionalcatolicismo donde la confusión y unión del Estado con la iglesia privilegiaba al catolicismo por encima de cualquier otra opción personal".
Piden eliminar la presencia del Ejército, la Guardia Civil o la Policía Nacional en procesiones y actos religiosos de cualquier tipo y confesión. Además entienden que no se puede aceptar y que hay que anular los nombramientos de carácter religioso a las Instituciones y Cuerpos del Estado, como “hermanos mayores” o similares.
La regulación de la presencia de las autoridades políticas, policiales o militares en los actos religiosos no suponen un ataque a la libertad de conciencia, religiosa o de culto según el Observatorio de la Laicidad sino que "al contrario, tratan de que el Estado respete la libertad de conciencia del conjunto de la ciudadanía, que es la labor que debe asumir, sin injerencias o privilegios hacia alguna de las opciones, con independencia del apoyo social que tengan o no".