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Del hombre. De sus facultades intelectuales y de su educación. (Claude-Adrien Helvétius, 1772)

«Tras el escándalo mayúsculo de la publicación de Del espíritu en París en 1758 (pubicado también en esta colección), prohibido, quemado, incluido en el Índice, Helvétius calló hasta su muerte. Decidió que su libro siguiente, Del hombre, fuese publicado sólo cuando ya no estuviera en este mundo. Así podría escribir con toda libertad, sin morderse la lengua, sin mirar hacia izquierda y derecha, sin escribir entre líneas. “La Inquisición es aquí más severa que en España —escribía en una carta—. Este libro sólo puede aparecer después de mi muerte”. Del hombre se publicó en Holanda, en La Haya, en 1772. Obtuvo un gran éxito, aunque no tanto como Del espíritu, fue condenado por las autoridades francesas y perseguido por la policía. Stendhal escribió en su Journal littéraire: “Helvétius me ha abierto las puertas del hombre de par en par”».

«Su segunda gran obra [Del hombre] parece un reajuste de la primera [Del espíritu]. No se trata de repeticiones, sino de precisiones, desarrollos y ataques frontales contra los enemigos de siempre: la Iglesia, el clero, el papa, los jansenistas, los jesuitas, los filósofos escolásticos, los santurrones, la censura, los sacerdotes, los teólogos, los déspotas, los monjes… El filósofo sabe que cuando sea leído, su cuerpo reposará en una tumba; por eso, sabiéndose libre, disfruta de esa libertad» (Michel Onfray).

Claude-Adrien Helvétius (cuyo apellido original era Schweitzer, que significa «suizo» en alemán y que él latinizó en «Helvétius») nació en París en 1715 en una familia de médicos originaria del Palatinado, como la de Holbach. Un antepasado suyo marchó a vivir a París. A los 23 años, Helvétius consiguió el puesto de fermier général, un cargo de recaudador de impuestos que lepermitió ganar una fortuna y que dejó para dedicarse a escribir sus libros y colaborar con los philosophes. Sus obras principales son Del espíritu, cuya publicación provocó en su época un escándalo monumental, y Del hombre, que se editó tras su muerte. Helvétius murió en París en 1771.

«Del hombre fue una bomba radical que socavaba cualquier principio existente en las leyes, el gobierno y la moralidad […]. Incluso entre los mismos philosophes radicales, algunos quedaron atónitos ante su franqueza contra las estructuras existentes y la autoridad, considerando su legado póstumo demasiado subversivo y divisorio, un libro escrito para forzar a los hombres a tomar partido» (Jonathan Israel).

El autor del epílogo, Gerhardt Stenger (Linz, Austria, 1956) enseña literatura e historia de las ideas de los siglos XVII y XVIII en la Universidad de Nantes. Dirige las Obras completas de Helvétius en la editorial Honoré Champion, cuyo tomo II está dedicado a De l’homme (París 2001). Es autor de Diderot. Le combattant de la liberté (Perrin, 2013) y de numerosas ediciones y artículos especialmente sobre Diderot, Voltaire y Helvétius.

«Editorial Laetoli está llenando un gran hueco en la historia del mundo hispano al publicar muchas obras de la Ilustración, en particular su franja radical» (Mario Bunge).

PRIMERA TRADUCCIÓN AL CASTELLANO

Publicado en colaboración con el Museo de la Ilustración y la Modernidad de la Diputación de Valencia.

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