Decenas de miles de personas se han manifestado este sábado en Dublín, la capital de Irlanda, para reivindicar el derecho de la mujer a la interrupción voluntaria del embarazo. La cita Marcha por la Elección es particularmente polémica debido a la tradición católica de Irlanda y a que la ley prevé penas de hasta 14 años de prisión por un aborto.
Esta ha sido la primera gran manifestación por el derecho al aborto desde que el Gobierno anunciara principios del verano de 2018 como fecha para un referéndum sobre la modificación de la prohibición del aborto, que Irlanda tiene rango constitucional. Desde 2013 está aceptado solo el supuesto de interrupción en caso de que la madre corra peligro.
La marcha ha desembocado en la emblemática plaza de Merrion, donde una serie de oradores se han dirigido a los participantes en la protesta. Además, desde los grupos convocantes aseguran que se trata de la mayor movilización desde que comenzara la campaña, hace cinco años, informa la cadena pública irlandesa RTE.
Las estadísticas de las autoridades británicas revelan que solo en 2016 más de 3.000 irlandesas viajaron a Reino Unido para abortar, aunque las organizaciones proabortistas aseguran que la cifra es aún mayor.
Desde el Gobierno se plantea la posibilidad de incluir nuevos supuestos como malformación fetal, violación o incesto, pero los grupos de defensa del derecho a abortar defienden una ley de plazos similar a la británica, donde se puede practicar el aborto hasta la semana 24. Las encuestas apuntan a que la gran mayoría apoya modificar la ley, pero todo dependerá de la pregunta que se plantee en la consulta.
La diputada laborista Stella Creasy ha instado al Gobierno a elegir “una gran pregunta en lugar de una pregunta pequeña”. “En el referéndum tienes la oportunidad de permitir a la población expresar su opinión en una cuestión que define el tipo de sociedad en la que vives”, ha argumentado en declaraciones al periódico ‘The Irish Times’.
Muchos de los manifestantes llevaban una camiseta negra con la palabra “Anulación” en blanco en referencia a la Octava Enmienda de la Constitución que penaliza el aborto al reconocer los mismos derechos a la madre que al feto. Además se han coreado consignas como “Vuestros rosarios, fuera de nuestros ovarios”.
En respuesta, se han celebrado pequeñas concentraciones de grupos antiabortistas en diversos puntos de Dublín y en el resto del país para expresarse en contra de la modificación constitucional.